explotación en el gigante sudamericano

Rescatados en Brasil 560 trabajadores que vivían en condiciones de esclavitud

Las personas liberadas se encontraban en diversas fincas de una secta religiosa donde se les obligaba a trabajar a cambio de comida

Población de Mariana, en Miras Gerais (Brasil), en una imagen de archivo, en el 2015.

Población de Mariana, en Miras Gerais (Brasil), en una imagen de archivo, en el 2015. / periodico

Abel Gilbert

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El Brasil del siglo XXI se encontró otra vez con vestigios de aquel país que se formaba en la segunda mitad del siglo XIX. El Ministerio de Trabajo rescató  a 565 personas en sorprendentes condiciones de esclavitud en fincas que pertenecen a una secta religiosa, Comunidad Evangélica Jesús, la Verdad que Marca. La operación 'Canaan, la cosecha fina' se realizó en haciendas dispersas en diversos estados, entre ellos Sao Paulo, Minas Gerais y Bahía. Participaron 58 fiscales y 220 agentes de la Policía Federal. Las autoridades laborales venían siguiendo a la secta desde hacía cinco años. En el 2013 ya se habían encontrado a otras 348 personas sometidas a condiciones inhumanas de trabajo. La única moneda de cambio que recibían era un plato de comida.

Según la investigación divulgada por la prensa brasileña, los integrantes de la secta embaucaban a ciudadanos de escasos recursos. Los invitaban a formar parte de comunidades rurales en las que, les decían, compartirían todos los bienes producidos. Pero una vez que aceptaban el convite, la realidad era completamente distinta y eran llevados a “trabajar” en los campos y establecimientos como talleres mecánicos, puestos de gasolina, pastelerías, restaurantes y talleres de confecciones, todos de propiedad de los líderes del grupo religioso.

Miedo al diablo

El fiscal Marcelo Campos reveló que algunas de las personas reclutadas se resistieron a abandonar los lugares convencidas que venía a buscarlas el demonio mismo. “Ellos creen que en estas haciendas están protegidos del fin del mundo, lo que hace más difícil la situación en que están. Además de que les niegan los derechos laborales, son engañados. No quieren salir. Dicen que es una maravilla y el sueño de sus vidas”. Pero el sueño terminó de hecho porque los propietarios fueron detenidos y acusados penalmente de diferentes delitos. “Durante la investigación llamó la atención el crecimiento patrimonial de los líderes de la secta y el gran aumento del número de fieles en los últimos cinco años”, informó el Ministerio de Trabajo.

El operativo se llevó a cabo tres meses después de que el Gobierno brasileño, bajo la presión de diversas oenegés  y entidades internacionales, tuvo que modificar un decreto que dificultaba el combate de situaciones lindantes como la esclavitud.