MALESTAR SOCIAL EN FRANCIA

Los jubilados franceses retan a Macron

Los pensionistas se manifiestan en todo el país para protestar por una subida de tasas que merma su poder adquisitivo

Manifestantes con una pancarta que alude a la lucha conjunta de jubilados y trabajadores, en Estrasburgo, el 15 de marzo.

Manifestantes con una pancarta que alude a la lucha conjunta de jubilados y trabajadores, en Estrasburgo, el 15 de marzo. / periodico

Eva Cantón

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Los jubilados franceses no están contentos con la política de Emmanuel Macron. Convocados por nueve organizaciones sindicales, miles de ellos han salido este jueves a las calles de todo el país por segunda vez en seis meses para protestar por una subida de impuestos que merma el poder adquisitivo de sus pensiones.

“Macron nos desangra gravemente”, rezaba una pancarta en las inmediaciones de la Torre Montparnasse, desde donde partió la marcha parisina. Según la prefectura (delegación del Gobierno) la movilización congregó a unas 7.200 personas en la capital.

El Gobierno se toma en serio el malestar de un sector de la población que representa el 25% del electorado del presidente, pero se agarra a varios argumentos para justificar el sacrificio que se les pide a los pensionistas que cobran más de 1.200 euros al mes. Desde enero pagan un 1,7% más de Contribución Social Generalizada (CSG), una tasa destinada a financiar las políticas de protección social.

En primer lugar, alega que la medida formaba parte del programa electoral de Macron por una cuestión de “solidaridad intergeneracional”, es decir, que quienes nacieron durante el ‘baby boom’ (años 50-60 del pasado siglo) tuvieron condiciones laborales más favorables, con menos paro y mejores sueldos, y ahora les toca hacer un esfuerzo para ayudar a los jóvenes en activo.

Compensaciones

Mantiene también que el nivel de vida medio de los jubilados franceses es superior al conjunto de la población, porque en su mayoría tienen una vivienda en propiedad. Y que la pérdida del poder de compra se verá compensada por la supresión del impuesto sobre la vivienda -que afectará al 80% de los hogares más modestos- y el aumento de las subvenciones destinadas a las personas mayores, medidas que verán la luz en la segunda mitad del año.

Pero el mensaje no cala. Los jubilados creen que llevan mucho tiempo sufriendo subidas de impuestos, ayudando a las nuevas generaciones, a sus hijos y a sus nietos, y que la medida de Macron es la gota que colma el vaso. No hay desplazamiento en el que no sea abordado por alguna persona mayor que se queja.

Le pasó este miércoles durante una visita a Tours, cuando fue interpelado por dos mujeres, a las que pidió un poco de “paciencia”. “No habéis trabajado toda vuestra vida para cobrar una pensión, habéis trabajado para pagar la pensión de vuestros mayores”, les dijo.

Apoyo sindical

Este jueves admitió que convendrá explicar “con calma” la subida del impuesto en cuestión. “Cuando se cambian los hábitos hay que explicar antes de que la gente vea los efectos. Es importante, pero no he sentido ese enfado”, subrayó.

Las centrales sindicales apoyan a los jubilados. “Cuando cobras una pensión de 1.200 euros al mes, perder 25 euros es mucho. Es normal que estén enfadados”, ha dicho el líder sindical de Fuerza Obrera (FO) Jean Claude Mailly.