COALICIÓN ALEMANA

Alemania sella su nuevo Gobierno mirando a Europa

Los conservadores de Merkel y los socialdemócratas firman un contrato de coalición marcado por la renovación europea, el impulso económico y la restricción migratoria

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Carles Planas Bou

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Casi seis meses le ha costado a Alemania sellar un nuevo gobierno. Después de un turbulento periodo de negociaciones, la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que preside Angela Merkel, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU) y el Partido Socialdemócrata (SPD) han firmado oficialmente este lunes el acuerdo que le permitirá a la cancillera iniciar su cuarto mandato al frente del país, un pacto que mira a Europa. “Es tiempo de ponernos a trabajar”, ha señalado.

En la firma de ese contrato de coalición, Merkel y el nuevo vicecanciller y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, han lanzado un guiño a sus aliados europeos al asegurar que en los próximos días ambos se reunirán con el presidente francés Emmanuel Macron para abordar las muy solicitadas reformas de la eurozona. Aunque sigue negándose a compartir las responsabilidades de la crisis cerrando la puerta a toda mutualización de la deuda, Berlín apuesta por fortalecer el Pacto de Estabilidad e incrementar su contribución económica a los presupuestos comunitarios para reforzar el euro e impulsar la creación de empleo. El título de ese documento de 177 páginas, “Un nuevo comienzo para Europa”, deja claro que el nuevo ejecutivo pone la vista en Bruselas.

Marcar distancias

En el plano doméstico, el pacto pone el foco en una mejoría económica y una mayor restricción migratoria. Por un lado el Gobierno ofrece más ayudas sociales y una mejora de los contratos laborales para que, como ha asegurado Merkel, “la prosperidad de nuestro país llegue a todos”. Por el otro, los conservadores han conseguido limitar la reunificación familiar de los refugiados a 1.000 casos mensuales y pretende, según ha explicado el líder bávaro Horst Seehofer, “aumentar las deportaciones”. Muy debilitados por su nueva alianza con la CDU, los socialdemócratas ya han empezado a marcar distancias con sus aliados. “Esto no es un matrimonio amoroso”, ha explicado Scholz.

Todo ello responde al auge de la ultraderecha. Tras haber perdido un 13,8% de los votos en las elecciones federales, la CDU y el SPD pretenden con este acuerdo combatir a Alternativa para Alemania (AfD), que ya apunta a hasta un 16% en intención de voto y que será el principal partido de la oposición.