GUERRA EN SIRIA

Rusia ofrece una vía de escape a las milicias opositoras sirias de Guta

La ONU anuncia su intención de mandar otro convoy humanitario a la zona este jueves después de que el régimen de Asad impidiera que gran parte del material de otro llegara a su destino el lunes

damasco siria

damasco siria / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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Rusia ha anunciado este jueves el establecimiento de una vía para que los milicianos opositores sirios que defienden Guta —asediada por el régimen de Bashar el Asad desde el 2013— y sus familias puedan escapar de la región.

A cambio, Moscú pide que Guta sea entregada a Damasco, que, en los últimos días, gracias a su ofensiva aérea y terrestre, ha conquistado más de un tercio de la zona. «Garantizamos la inmunidad de todos los rebeldes que decidan abandonar Guta con sus armas personales y sus familias», ha dicho el Ministerio de Defensa ruso en un comunicado: «Les entregaremos vehículos y durante todo el recorrido estarán bajo nuestra protección».

Las dos grandes milicias opositoras de Guta — las islamistas Jaish al Islam y Failak al Rahman— aún no han contestado. De hecho, aseguran que Rusia no les ha dicho nada. «Lo que está haciendo Moscú es apretar e intensificar aún más la ofensiva y obligar a la gente a escapar. Es un crimen», ha dicho a la agencia Reuters el portavoz de Failak al Rahman, Wael Alwan, que vive en Turquía.

Centenares de muertos

Durante las últimas dos semanas, Asad y Rusia han masacrado, con bombardeos, la población civil de Guta. Desde el 18 de febrero pasado -cuando esta última ola de ataques empezó-, 780 civiles han muerto y hay más de 3.000 heridos. Médicos Sin Fronteras, cuyos hospitales en Guta han sido bombardeados, asegura que los heridos, sin medicinas ni tratamiento, también acaban muriendo. La población de Guta vive encerrada en sus sótanos.

Solo este lunes la cifra de civiles muertos fue de 80. Y eso, aunque, en principio, la «tregua humanitaria» que estableció Rusia la semana pasada esté en vigor y Naciones Unidas demandase hace diez días un alto el fuego.

Nadie les ha hecho mucho caso. Asad, de hecho, dijo este domingo que su operación continuará y negó, ya de paso, que civiles estén muriendo en Guta. «Es todo un complot occidental, cuyos gobiernos apoyan a Al Qaeda», dijo.

La operación no ha parado. Este lunes, un convoy de la ONU con ayuda humanitaria para civiles intentó entrar en Guta. Lo hizo (casi vacío, ya que Asad le había retirado todas las medicinas y equipo médico), pero tuvo que marcharse al cabo de pocos minutos.

De los 46 camiones que entraron en la región, solo dos pudieron vaciar su carga: los bombardeos lo hicieron imposible, ha dicho este martes la Organización Mundial de la Salud. Esta entidad asegura que intentará volver a entrar el jueves.

Posible ataque químico

Este martes, varios hospitales de Guta aseguran haber tratado unas 30 personas afectadas por un ataque con gas. Los países occidentales, Naciones Unidas y la oposición han acusado ya antes, en muchas ocasiones, a Damasco de estar detrás de los ataques químicos contra población civil en Siria.

Pero el régimen de Asad lo niega todo. Acusa a los rebeldes de recibir instrucciones de sus «patrocinadores» para atacarse a sí mismos con gas y, luego, culpar a Asad.

Denuncia de Unicef

Al menos 1.000 niños han perdido la vida o han sufrido heridas graves en lo que va de año como consecuencia de la guerra de Siria, según datos del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), que ha alertado especialmente de la situación en Guta.

Accidente aéreo

Los 39 ocupantes de un avión de transporte militar ruso han muerto este martes al estrellarse el aparato, un An-26, cuando se disponía a aterrizar en la base rusa de Hmeimim, en la provincia siria de Latakia, según ha informado el Ministerio de Defensa ruso, que ha descartado en principio la posibilidad de que el avión haya sido derribado, aunque luego ha afirmado que investigaba "todas las posibles causas".