ALEMANIA

El SPD sigue siendo un partido fracturado

A pesar del apoyo a la gran coalición, la división interna pasa factura a la formación socialdemócrata, que cae hasta al 15,5% en las encuestas

Militantes del SPD escuchan el resultado del referéndum en la Casa Willy Brandt, sede del partido, en Berlín.

Militantes del SPD escuchan el resultado del referéndum en la Casa Willy Brandt, sede del partido, en Berlín. / EFE / HAYOUNG JEON

Carles Planas Bou

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Sin aplausos, ni vítores, ni sonrisas. Con el voto a favor de la mayoría de militantes, la socialdemocracia alemana ha confirmado que tras casi seis meses de incertidumbre el país tendrá un nuevo Gobierno. Pero aunque el 66% de los apoyos logrado supone una victoria para una directiva muy cuestionada, el 'sí' a Angela Merkel no puede venderse como un éxito del partido. De ahí las caras largas y serias. Ubicada en el corazón de Berlín, la sede del SPD parecía estar viviendo este domingo un funeral, quien sabe si el suyo.

Aunque Alemania inaugurará ahora la cuarta gran coalición de su historia, el futuro de los socialdemócratas no queda claro. Con una credibilidad muy mermada por su acuerdo de gobierno con los conservadores, el SPD sigue hundiéndose en las encuestas. El pasado 24 de septiembre obtuvo un 20,5% de los sufragios, su peor resultado. Ahora incluso apunta a un 15,5% que supondría la debacle definitiva del partido más antiguo del país.

"Ha sido el resultado de un proceso interno del partido muy vibrante". Más allá de los eufemismos, las palabras del vicepresidente del SPD, Ralf Stegner, aludían a la profunda división que ha vivido el partido en los últimos tres meses. El acuerdo ha llegado, pero por el camino se ha cobrado víctimas políticas como Martin Schulz, quien dimitió tras traicionar su promesa de iniciar una renovación del partido desde la oposición.

En el Gobierno, el SPD deberá hacer cambios. La nominación de Andrea Nahles como nueva presidenta apunta en esa dirección. "Tanto si están a favor como en contra de la gran coalición, ahora es momento de reorganizar la estructura del partido", aseguró el alcalde de Berlín, Michael Müller, tras conocer el resultado. "Hay que superar la depresión y la frustración y volver a ser atractivos", añadió Tom Schreiber, portavoz de la formación en el Parlamento berlinés.

Jóvenes contra la cúpula

Como confesó este jueves la líder parlamentaria, Andrea Nahles, la votación ha causado muchos problemas de insomnio en la última semana. Ese nerviosismo entre la directiva socialdemócrata ilustra cómo de complicadas han sido las cosas dentro del partido. Kevin Kühnert ha sido uno de los principales dolores de cabeza para la cúpula del SPD. El máximo responsable de las juventudes de la formación, conocidas como Jusos, ha sido el emblema de la oposición a la gran coalición.

Aunque años atrás las juventudes también se habían opuesto a gobernar con la cancillera, esta vez sus posibilidades de victoria han sido mucho mayores. Gobernando con la CDU durante ocho de los 12 años de mandato merkeliano, parte del SPD vio en la oposición una obligación para refundar el partido. Otra gran coalición significaba repetir los errores del pasado y dar alas a la ultraderecha. A pesar de que el congreso de Bonn se saldó con un 'sí' mínimo al pacto con la CDUconsiguieron que un 44% de los delegados dijese 'no'’ a la dirección.

La última oportunidad para bloquear ese acuerdo era el referéndum entre sus afiliados. Para ello, los Jusos iniciaron una controvertida campaña pidiendo a los críticos que se inscribiesen en el SPD para tener así el derecho votar en contra. A pesar de una importante movilización que ha logrado la inscripción de más de 24.000 personas, el esfuerzo no ha dado resultados. Aún así, los Jusos ya han asegurado que mantendrán su crítica al Gobierno de coalición con Merkel. El rechazo al pacto ha sido del 33,98%, 10 puntos más que en 2013.