GUERRA CIVIL EN SIRIA

El Kremlin anuncia una "pausa humanitaria" diaria de cinco horas en los barrios bajo asedio de Guta

La medida, válida cada día entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde, implica la apertura de un corredor cuya localización aún no se ha determinado

Zona bombardeada, ayer, en el este de la región de Guta.

Zona bombardeada, ayer, en el este de la región de Guta.

Marc Marginedas

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El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha ordenado el establecimiento de lo que denominó como una "pausa humanitaria" cada mañana en los barrios asediados bajo control rebelde en Guta (Siria). La medida tendrá validez entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde, e implicará la apertura de un "corredor humanitario" por el que podrán salir los civiles que así lo deseen y cuya localización resta por determinar, según ha informado el ministro de Defensa, Serguéi Shoigu.

El anuncio se produce después de varios días de intensas presiones sobre Rusia y su presidente, Vladímir Putin, principal valedor del régimen sirio de Bashar el Asad, para que cesara una de las campañas de ataques aéreos más intensas desde el inicio de la guerra civil, que además ha producido centenares de muertos. El sábado, una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada por unanimidad, incluyendo a la delegación rusa, exigía un alto el fuego de 30 días de duración en todo el país.

De inmediato, relevantes dirigentes rusos como el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, se apresuraron puntualizar que la tregua no cubría a los grupos radicales vinculados a los yihadistas de Frente al Nusra, lo que en lenguaje corriente significaba que continuarían las operaciones militares contra el martirizado enclave rebelde junto a la capital, hogar de unas 400.000 personas, ya que entre los combatientes de Guta Oriental se encuentra una minoritaria facción yihadista denominada Tahrir al Sham.

Justificación del tándem Moscú-Damasco

Se trata de una justificación ya empleada en el pasado por la coalición Damasco-Moscú en otros episodios de la guerra civil siria. Al comprobar que continuaba la ofensiva, la diplomacia internacional optó por acrecentar la presión sobre Moscú, y este mismo lunes por la mañana, Putin ha hablado por teléfono con la cancillera alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron, quienes transmitieron al líder del Kremlin la necesidad de que cesaran los combates y de que se aplicara íntegramente el contenido de la resolución de las Naciones Unidas.    

El Kremlin parece seguir la misma táctica que empleó en el largo asedio a las zonas bajo control rebelde de Alepo. Durante semanas, permitió el funcionamiento de esos corredores humanitarios para evacuar civiles y combatientes que quisieran deponer las armas. Ello no impidió la caída del enclave a principios del pasado año: tropas progubernamentales entraron en el casco urbano con la ayuda de la aviación y de miembros de las Fuerzas Especiales rusas, poniendo fin al asedio y forzando una sangrienta retirada

De hecho, el opositor Ejército Libre Sirio (ELS) ha puesto ya en duda, este mismo lunes, que las autoridades de Damasco y de Moscú, vayan a respetar la tregua anunciada por el Kremlin.