ENTREVISTA

Wafa Abdul Fatah Ismail: "Arabia Saudí ataca con bombas de racimo"

Activista de los derechos humanos en Yemen, esta abogada de 47 años vive desde hace cuatro años como refugiada política en Alemania tras ser amenazada por Al Qaeda en su país

entrevista a wafa abdel fatah ismail activista yemení

entrevista a wafa abdel fatah ismail activista yemení / periodico

Kim Amor / Barcelona

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Wafa Abdul Fatah Ismail es un abogada de 47 años, profesora de la universidad de la ciudad sureña de Adén, que vive como refugiada política en Alemania desde hace cuatros años, tras ser amenazada en su país por Al Qaeda. Activista de los derechos humanos formó parte del Consejo de Diálogo Nacional (CDN) creado tras la revuelta popular del 2011, en plena primavera árabe, que forzó la salida del poder del entonces presidente, el asesinado Alí Abdulá Saleh. Ismail ha venido a Barcelona para explicar “la tragedia” que vive su país, en guerra desde hace tres años, invitada por la Associació Catalunya Líban.

- El fracaso del diálogo condujo a la guerra ¿qué pasó?

Uno de los principales objetivos del diálogo entre los partidos del país fue llevar a cabo una transición pacífica del poder ente Saleh y el vicepresidente Abdo Mansul Hadi. En el 2014 el CDN acabó sus trabajos con un gran consenso. Se presentó un proyecto de Constitución que significó avances en cuestión de derechos y libertades, como la igualdad entre hombres y mujeres. El problema surgió cuando el movimiento secesionista del sur pidió que el Yemen se convirtiera en un país federal con dos estados, a los que Hadi, ya como presidente se negó. También se agravó las relaciones entre Hadi y los rebeldes hutís (chiís apoyados por Irán).

- El conflicto ha derivado en un claro enfrentamiento entre chiís y sunís.

- En mi país antes no había ningún problema entre las dos comunidades. Durante la revuelta del 2011 tantos unos como otros sin distinción salieron a protestar a la calle para evitar que Saleh cediera el poder a su hijo, tal y como pretendía, y para exigir reformas democráticas. El enfrentamiento es fomentado por Arabia Saudí que intenta frenar la expansión iraní.

- La guerra civil se ha convertido en un conflicto regional…

- Sin duda. Cuando los hutís se hicieron con el control de Saná, la capital, Hadi huyó a Adén y luego a Arabia Saudí, su gran aliado. Los saudís formaron esa coalición de nueve país árabes sunís apoyados por Estados Unidos y el Reino Unido para evitar que los hutís controlasen el país. A pesar del elevado número de muertos civiles por los bombardeos aéreos, los países europeos siguen vendiendo armas a los saudís. El Reino Unido les vendió el año pasado armas por un valor de 6.000 millones de dólares (4.860 millones de euros). Me consta también que España está vendiendo armamento a la monarquía saudí.

- ¿Y qué papel juega Irán?

Al principio se dijo que Irán apoyaba a los hutís con armas, pero EEUU ha reconoció hace un mes que no es así. Pero sí les apoya a otros niveles, con asesores. Hay hutís que se han preparado militarmente en Irán.

- ¿Cuál es la situación humanitaria?

Dramática. Hay un bloqueo por tierra, mar y aire por parte de los saudís. Los bombardeos de la coalición han provocado más de 10.000 muertos y 50.000 heridos. Human Rights Watch (HRW) ha denunciado que se ha bombardeado con bombas de racimo. Hay 3 millones de desplazados y según Unicef, 2.000 niños soldados que luchan en ambos bandos. La situación es insoportable.

- ¿Cree posible que el país se divida en dos, que se vuelva a las fronteras de la guerra fría?

- La comunidad internacional rechaza esa idea, pero sobre el terreno la cosa es diferente. Ahora se ha constituido un consejo de transición en el sur que ya tiene una fuerza militar, apoyada por los Emiratos Árabes Unidos, que forma parte de la alianza de Arabia Saudí. Yo personalmente estoy por la unidad del país y por la unidad árabe. Pero como la República Democrática del Yemen es un estado independiente y está representado en la ONU, es un derecho internacional que el pueblo del sur pueda decidir si quiere o no la independencia.