ENTREVISTA AL OPOSITOR VENEZOLANO

Antonio Ledezma: "La oposición no hemos sabido rematar al chavismo"

Destituido como alcalde de Caracas en el 2015, condenado por "conspiración" a prisión y a arresto domiciliairo, Ledezma, huido de Venezuela, es del partido Alianza Bravo Pueblo, miembro de la Mesa de Unidad Democrática

antonio ledezma

antonio ledezma / periodico

Kim Amor / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Antonio Ledezma, de 62 años, estuvo al frente de la alcaldía de Caracas desde el 2008 hasta que fue destituido en el 2015, acusado de conspiración contra el Gobierno de Nicolás Maduro. Estuvo primero en prisión y después en arresto domiciliario hasta que escapó del país el pasado noviembre, primero a Colombia y después a España.  Muy critico con el proceso de diálogo que ha mantenido la oposición con el Gobierno, que se rompió hace una semana, Ledezma es partidario de que la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), muy dividida, boicotee las elecciones presidenciales que Maduro ha fijado para el próximo 22 de abril. El político venezolano ha estado en Barcelona para participar en un coloquio organizado por el "Memorial Xavier Batalla" en el Palau Macaya de la Obra Social "La Caixa".

- Usted fue alcalde durante parte de la presidencia de Hugo Chávez ¿Cómo fue su relación con él?

- Traumática y muy delicada. Chávez reconocía a las autoridades municipales de forma sesgada porque privilegió con recursos a los que eran de su misma línea política. Nos quitó más del 95% del presupuesto y nos restó competencias. Al candidato chavista que derroté cuando fui reelegido alcalde en el 2013, Chávez lo nombró ministro de Estado para la ciudad de Caracas. Fue una manera descarada de burlar la soberanía popular.

- ¿A qué atribuye que Chávez tuviera tanto respaldo popular y durante tanto tiempo?

A la crisis de los partidos políticos que se fueron anquilosando y eso hizo mella en el liderazgo político. Los jóvenes exigían una democracia con mayores resultados y en vez de encauzar la situación y recuperar la credibilidad se reaccionó de la peor manera. En las presidenciales de 1998, los dos principales partidos (Acción Democrática y Copei) eligieron a los peores candidatos y ese facilitó la primera victoria de Chávez, que se presentó como el redentor; como el hombre que iba a acabar con la corrupción; con las mafias del poder judicial; que iba a sacar de la pobreza a los pobres; a dar más oportunidades a los inversionistas; a consolidar el principio de propiedad privada. Cuando llegó al poder hizo todo lo contrario. Yo ya conocía el pelaje y la catadura de Chávez. Intentó dar dos golpes de estado burlándose de su juramento de resguardar la soberanía nacional y sus instituciones como oficial de las Fuerzas Armadas.

- ¿Maduro es más beligerante con la oposición de lo que fue Chávez?

- Son alumnos de la misma escuela: autoritarios, con vocación de caudillo. Se manejan más que todo con frases hechas; tienen un mismo discurso, un mismo vocabulario con el que se trata de exaltar una supuesta revolución. Buscan siempre el enemigo externo, que es el imperio 'yankee' o el imperio español. Sacan de la tumba el espíritu de Cristóbal Colón y lo señalan como responsable de la tragedia que tenemos en Venezuela. Tienen las mismas malas mañas para usar indebidamente los recursos del Estado. La única diferencia es que Maduro no es un militar.

- Chávez ganó las presidenciales del 2012 a Henrique Capriles por 11 puntos de diferencia. Un año después, muerto Chávez, Capriles perdió solo por un punto contra Maduro. En el 2015, la oposición ganó las legislativas. Han estado muy cerca de derrotar al chavismo ¿Qué ha pasado?

- No lo hemos sabido rematar. Logramos estas victorias nadando contra corriente. Nuestra competencia no era Maduro o Chávez sino disputar el poder a un estado todopoderoso, que disponía de todos los recursos habidos y por haber; que había convertido los tribunales en comparsas jurídicas del régimen; que tenía el brazo armado de la policía y las Fuerzas Armadas para reprimir; que tenía a las instituciones del Estado reducidas a marionetas del poder Ejecutivo para montarle juicios amañados a los líderes disidentes. En el caso de Capriles en el 2013 nos faltó fuste y en las parlamentarias no supimos cumplir el compromiso de designar un nuevo poder electoral y un nuevo poder judicial. Actuamos de buena fe y apostamos por los resultados de un supuesto diálogo que terminó siendo un maniobra de Maduro para ganar tiempo.

- Las regionales fueron en octubre, ustedes se presentaron y no las ganaron ¿Consecuencia de un fracaso?

- Después de derrotar a Maduro en las parlamentarias ellos resolvieron pasar página, cerrar el capítulo del autoritarismo competitivo e inaugurar el autoritarismo puro, que es lo que ha ocurrido con estas elecciones absolutamente fraudulentas.

- Pero en esas elecciones cuatro de los cinco gobernadores

- Es lo que nosotros precisamente consideramos que fue el quebrantamiento de la coherencia de la oposición y eso es lo que tenemos que corregir de cara al futuro.

- Cuando usted llegó a España en noviembre dijo que había que hacer “una purga” de la oposición ¿A qué se refería exactamente?

- A que nos reencontremos, porque para poder llevar adelante a esa muchedumbre que busca que se produzca un cambio en Venezuela es necesario una dirección política que tenga buen tino. Y para que eso se cumpla es necesaria la coherencia. Si adoptamos una estrategia hay que cumplirla y no dar saltos improvisados en la mitad del camino, como ha ocurrido.

- ¿El diálogo no le parece a usted una buena estrategia?

- El diálogo es un patrimonio de la humanidad, hay que cuidarlo y preservarlo para que no se prostituya. Lo que ha ocurrido en Venezuela es que ese diálogo ha sido una parodia. La gente siente que se han burlado de ella. Los ciudadanos sienten que después que se inició el diálogo con (el expresidente español José Luis Rodriguez) Zapatero lo que ha habido es más presos políticos, más represión, se ha agudizado la crisis humanitaria y el Gobierno ha ganado tiempo en medio de una espantosa crisis en todos los órdenes.

- ¿Por qué es tan crítico con el papel de mediador de Zapatero?

- Porque creo que no ha jugado limpio. No se trata de animadversión porque yo soy también de origen socialdemócrata. Zapatero ha inclinado sus pasos hacia el régimen.

- Usted es partidario de más sanciones, más presión y de boicotear las elecciones del próximo abril ¿Por qué cree que esa es la mejor estrategia para acabar con el chavismo?

- Es que no se trata de acabar con el chavismo, de saciar un espíritu de venganza, sino de hacer justicia. Y como en Venezuela no hay justicia -porque los tribunales han sido asaltados por la dictadura- tiene que haber justicia a nivel internacional. En Venezuela han matado a estudiantes y encarcelado a gente por protestar. Está probado que se ha torturado, esto está denunciado en la Corte Penal Internacional. Estos delitos no pueden quedar impunes. En Venezuela hay funcionarios de alto nivel que están relacionados con el narcotráfico, que han cometido escandalosos hechos de corrupción, y no estamos hablando de tres euros. Aquí mismo en el Banco de Andorra han aparecido cuentas multimillonarias y eso es dinero mal habido. La paradoja es que mientras la gente está comiendo de la basura en un país rico como Venezuela estos tipos están dándose la buena vida a costa de lo que han robado a los venezolanos.

- No parece que esta estrategia esté logrando avances...

- Yo creo sí se ha avanzado. Lamentablemente se han cometido errores que han permitido a la dictadura sobrevivir en medio de su propia tragedia. Antes, hace unos años, la comunidad internacional era permisiva y cuando nosotros hablábamos que teníamos un monstruo en las entrañas de Venezuela no nos creían y pensaban que estábamos exagerando. Creo que ahora la comunidad internacional está preocupada por lo que está ocurriendo y entiende que no es un drama particular de los venezolanos sino que atañe a toda la comunidad internacional.

- Trump ha dicho que entre las muchas opciones que tiene EEUU con Venezuela es una intervención militar ¿Qué opina sobre eso?

- Yo me limito a abogar por una intervención humanitaria, como se aprobó hace ya unos dos años en el diálogo que tuvo como testigos a representantes del Papa. Hemos llegado a niveles tan agudos y espantosos de crisis que es necesaria una intervención humanitaria para auxiliar al país.

- Usted dijo que pudo escapar de Venezuela gracias a la ayuda de militares descontentos...

- En Venezuela hay una dinámica telúrica que sacude a todos los estamentos de la vida nacional. Los militares son de carne y hueso, los militares no son extraterrestres. Y esos militares ganan sueldos de hambre. Supuestamente están bien remunerados pero cuando usted saca la cuenta de lo que gana un general no tiene ni para comprar un caucho de un carro. Ahí los que están acomodados son las élites, esas élites que están relacionadas con el narcotráfico, con el contrabando de gasolina, con las operaciones que han hecho con dólares protegidos. Pero la tropa y los llamados 'comacates', que son los comandantes, capitanes y tenientes, esos están padeciendo los mismos rigores de la crisis económica y de seguridad, y cuando van a comprar algo en el mercado, no les alcanza, ni siquiera para completar la canasta alimentaria.

- Usted habla de élite chavista ¿Pero la élite antichavista no está también contribuyendo al boicot económico y a la crisis?

- En absoluto. El boicot económico lo hizo Chávez y Maduro cuando expropiaron más de 3,5 millones de hectáreas de tierra que eran productivas. Nosotros éramos autosuficientes en cultivos de arroz y de café y ahora tenemos que importar el arroz que necesitamos para alimentar a los venezolanos. El boicot lo hace este régimen que ha cerrado fábricas, cancelado industrias, expropiado fincas productivas. Tenemos la inflación más alta del mundo, los salarios más bajos del mundo y las tasas más altas de criminalidad. Mire usted el menú de la revolución socialista. 

-¿Le preocupa que China y Rusia se estén involucrando en la crisis venezolana?

- Los que deben de estar preocupados son los acreedores de Venezuela. Porque ellos, tanto los chinos como los rusos, han hecho operaciones financieras que no han sido legalizadas porque no fueron aprobadas por la Asamblea Nacional. Esas son las cosas que debe resolverse con un nuevo Gobierno, después de las cuentas en blanco y negro.