TORMENTA POLÍTICA EN FRANCIA

El ministro más popular de Macron, acusado de violación por una nieta de Mitterrand

El ministro Nicolas Hulot abandona el Palacio del Elíseo.

El ministro Nicolas Hulot abandona el Palacio del Elíseo. / periodico

Eva Cantón

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El ministro francés de Ecología, Nicolas Hulot, lleva varios días en el ojo del huracán a raíz de la revelación hecha por el semanario ‘Ebdo’ de que fue acusado de violación en el 2008 por una joven perteneciente a una reconocida familia. Este viernes ha trascendido el nombre de la denunciante y el revuelo se ha intensificado. Se trata de Pascale Mitterrand, hija de Gilbert Mitterrand y nieta del expresidente socialista francés.

Ha sido el abogado de la familia, Michel Dufranc, quien ha confirmado su identidad en un comunicado enviado a la agencia France Presse en el que asegura, por otra parte, que la intención de su clienta no era darle publicidad a este asunto y que su nombre se ha visto mezclado en la tormenta mediática que afecta al ministro en contra de su propia voluntad.

Una figura destacada

El caso, no obstante, debilita a Hulot, el miembro más popular del Ejecutivo y expresentador de un famoso programa medioambienta en televisión. El titular de Ecología es una pieza clave en la política de lucha contra el cambio climático del presidente Macron y una figura destacada de la izquierda francesa.

Los hechos ahora en la picota se remontan al verano de 1997, cuando la joven Pascale tenía 20 años y Hulot, que entonces presentaba el programa televisivo ‘Usuaia’, tenía  42.  La relación que ambos mantuvieron en el domicilio bretón del hoy ministro es objeto de versiones divergentes. La joven la consideró como una agresión sexual que Hulot niega rotundamente.

En cualquier caso, la fiscalía de Saint Malo ha confirmado este jueves, en efecto, que en el 2008 se presentó en contra de Hulot una denuncia por violación que fue archivada porque los hechos habían prescrito.

Rumores ignominiosos

Antes incluso de que el semanario estuviera en los quioscos, Hulot acudió a la televisión BFM para desmentir categóricamente las acusaciones y explicar que él mismo pidió en su momento ser interrogado por los gendarmes y que los investigadores vieron de inmediato que no había nada que permitiera seguir adelante con el caso. Hulot ha denunciado unos rumores "ignominiosos".

El ministro tiene todo el apoyo del presidente francés, Emmanuel Macron, que se enfrenta a este asunto “con una serenidad de mármol”, en palabras del portavoz del Elíseo, Bruno Roger-Petit, y el primer ministro, Edouard Philippe, también le ha respaldado sin fisuras. Ni uno ni otro barajan una dimisión. La máxima que sigue el Gobierno en estos casos es que ningún miembro del Gabinete deberá dejar su puesto a menos que haya una imputación judicial formal.

“Sus explicaciones han sido claras, precisas y no tenemos ninguna razón para dudar de su palabra”, insisten en el Palacio de Matignon. La decisión recae, por tanto en el interesado, que de momento ha descartado dimitir pero ha dejado abierta esta posibilidad en función de las repercusiones que este asunto tenga sobre su familia

La situación de Hulot se suma a las dificultades de otro miembro del Gobierno, el ministro de Hacienda, Gérald Darmanin, salpicado hace escasas semanas por la reapertura de una investigación judicial por supuesta violación en el 2009. La inquietud crece no solo en el Gobierno sino en el conjunto de la clase política porque a raíz del ‘caso Weinstein’ se teme que el rumor, la duda o la sospecha ocupen el espacio de la justicia y se instrumentalicen las denuncias de agresión sexual y se menoscabe el principio de la presunción de inocencia.