EL RETO ULTRA

Guerra de equipos de fútbol en el Parlamento alemán

El partido islamófobo AfD forma un combinado propio como respuesta al rechazo del equipo del parlamento a acoger a un miembro condenado por violencia 'hooligan'

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CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Después de irrumpir con fuerza en el parlamento la ultraderecha alemana prepara ahora su salto al terreno de juego. Este fin de semana, los diputados del partido ultranacionalista e islamófobo Alternativa para Alemania (AfD) anunció la creación de un equipo de fútbol propio después que el equipo formado por diputados del parlamento, llamado FC Bundestag, rechazase la participación de cuatro de los siete diputados presentados por la ultraderecha.

La polémica empezó el pasado 18 de enero, cuando este conjunto se negó a integrar en sus filas a Sebastian Münzenmaier, portavoz de AfD en el estado de Renania-Palatinado, condenado el año pasado a seis meses de prisión por haber participado el 2012 en enfrentamientos violentos entre los hinchas del Mainz y del FC Kaiserslautern, equipo al que apoya. “Es una cuestión de apertura al mundo, de juego limpio, de tolerancia”, aseguró Marcus Weinberg, capitán del equipo y miembro de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que preside la cancillera Angela Merkel.

Aunque su recurso aún está pendiente de ser estudiado, los tribunales de Mainz lo condenador a tres años de libertad condicional por participar en este acto de violencia ‘hooligan’, una lacra fascista que sigue presente en estadios de todo el país. Sin embargo, AfD ha utilizado de nuevo el caso para reforzar un mensaje político que les vende como víctimas de un establishment que intenta acallar a las voces críticas. “Sin justificación alguna, prefieren ducharse entre ellos que jugar a fútbol con todo el mundo”, lamentó Münzenmaier, de 28 años.

Sin mujeres en el equipo

A pesar de que los responsables del FC Bundestag aceptaron la participación de tres miembros de AfD e informaron a todos los partidos sin distinción por su ideología política, la formación antiinmigración ha aprovechado el hueco para crear una polémica que alimenta su mensaje. Así, el equipo que se llamará “Alternativa al FC Bundestag” y estará formada únicamente por diputados ultraderechistas.

Ante las acusaciones de ser un partido intolerante, uno de sus líderes, Hansjörg Müller, aseguró que jugarán contra todos los futbolistas “independientemente de su nacionalidad, religión o color de piel”. “Hemos fundado nuestro club en los valores de la deportividad y la tolerancia, contra el odio y la expulsión, como hemos visto desde el parlamento”, añadió.

El FC Bundestag es un conjunto formado por diputados de la cámara baja nacido en 1961 que se dedica a realizar partidos amistosos y benéficos. Desde el canciller Helmut Kohl al vicecanciller Joschka Fischer han pasado por sus filas. Próximamente disputarán un partido contra refugiados. En el equipo no figuran mujeres, otro signo de la fuerte masculinización de la política alemana. Con 218 diputadas de los 709 escaños, el actual parlamento tiene la proporción de mujeres más baja de las dos últimas décadas.

El pasado 24 de setiembre AfD irrumpió en el parlamento alemán al superar todas las encuestas y obtener un 12,5% de los votos que le convierten en la tercera fuerza política de Alemania. De confirmarse la formación de un nuevo gobierno de Gran Coalición entre conservadores y socialdemócratas, con las negociaciones ya en marcha, la ultraderecha se convertiría en el principal partido de la oposición, un rol soñado por las filas islamófobas que están acariciando.