El pollo clorado de EEUU se alza en metáfora de las dificultades del 'brexit'

Cuando el representante de la Unión Europea en la negociación del 'brexit', Michel Barnier, ha empezado a hablar del "pollo clorado" en el Congreso de los Diputados ese martes, algunos de los asistentes han pensado que se estaba produciendo un cómico error de traducción. Pero no era así. Durante su comparencia en la Comisión Mixta para la Unión Europea, el político francés estaba haciendo referencia a lo que ya se ha convertido en la metáfora que mejor muestra las dificultades que tiene por delante la segunda ronda negociadora del 'brexit', la que tiene por objeto diseñar la nueva relación con el Reino Unido cuando el país británico abandone definitivamente la UE, previsiblemente en diciembre del 2020.

En una experiencia inédita en las instituciones europeas, Barnier está recorriendo los parlamentos nacionales para explicar en primera persona la marcha de las negociaciones británicas. En el Congreso de los Diputados ya estuvo también en mayo mayo.

"Hace unos días escuché al ministro americano de Comercio, el señor Ross, que vino a Londres. Y les dijo a los británicos: '¿quieren converger con nosotros?, pues les abrimos los brazos, pero para eso tendrán que diverger de los europeos'. En ese momento -ha seguido relatando Barnier- Ross les habló de los pollos clorados". El negociador europeo ha explicado a los diputados españoles que "el pollo, tal como se cría en EEUU, antes de exportarlo debe ser sumergido en cloro por motivos sanitarios. Y estos no son los métodos europeos". De hecho, la importación de pollo clorado está prohibida en la Unión Europea.

En el fondo, Barnier quería suscitar una reflexión sobre cuál será en este punto la respuesta del Reino Unido. "Porque si los británicos abandonan nuestro modelo y se acercan al americano es algo que va a condicionar el modelo de cooperación que debemos poner en marcha" ya que -según Barnier- la UE no va a consentir que la relación comercial con el Reino Unido se convierta en "una herramienta reglamentaria de competencia, de dumping fiscal o contra los derechos sociales, medioambientales y de los consumidores que hemos construido".

Acuerdo de libre comercio

Según Barnier, dadas las "líneas rojas" que ha impuesto el Reino Unido para negociar su futura relación con la UE, "el único modelo posible" es el de un acuerdo de libre comercio, como los existentes con Canadá y Corea. Es una fórmula en la que simplemente se evitan barreras aduaneras pero que, según ha subrayado, será sometida a la votación de todos los parlamentos nacionales de la Unión Europea y a algunos regionales. "Y si no adoptamos soluciones para este tipo de asuntos (como el de los pollos clorados), habrá muchos países, empezando por el mío, en el que habrá muchas dificultades para la ratificación de un acuerdo comercial con los británicos", ha rematado Barnier mostrando que de lo que estaba hablando era mucho más profundo que un cómico error de traducción.