PROTESTAS EN BUENOS AIRES

Convulsión en Argentina por el recorte de las pensiones

Choques entre policía y manifestantes contra el recorte de las pensiones en Buenos Aires

Choques entre policía y manifestantes contra el recorte de las pensiones en Buenos Aires / periodico

Abel Gilbert

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Después de 17 horas de debate, por ocho votos de diferencia y a un alto costo político, la cámara de diputados aprobó una reforma de las pensiones por la que se reducirán como mínimo un 13%, y en un porcentaje similar los subsidios a los sectores más pobres. Son las horas más convulsas del Gobierno de la coalición de centroderecha, Cambiemos, que cumple dos años en el poder.

El presidente Mauricio Macri considera indispensable el recorte para sostener a un Gobierno aquejado por el problema del vertiginoso endeudamiento externo. El dinero que se sacaría a los pensionistas está destinado a equilibrar el gasto público y pagar a los acreedores. El oficialismo parecía esta vez contar con la mayoría para aprobar los cambios que los opositores, desde el kirchnerismo a la izquierda, pasando por sectores moderados del peronismo, consideran expropiatorios.

Enorme movilización

El lunes por la tarde, las inmediaciones del Congreso, a menos de dos kilómetros de la sede presidencial, se convertieron en un verdadero campo de batalla entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes en repudio de la ley. Los gases lacrimógenos, las balas de goma y las piedras atravesaron el aire como nunca desde que se recuperaron las instituciones democráticas, en diciembre de 1983. Hubo numerosos heridos, tanto policías como manifestantes.

La protesta callejera –más de 400.000 personas solo en Buenos Aires– fue acompañada por una huelga general, cumplida a medias. Hubo también movilizaciones callejeras en muchas ciudades del interior del país. Por la noche, sonaron las cacerolas y se cortaron avenidas en barrios capitalinos, incluso donde el oficialismo es mayoría. El estruendo llegó hasta la misma residencia donde duermen el presidente Mauricio Macri y su familia, y se fue propagando frente al Parlamento. “Diputados, diputados/ No te lo pedimos más/ si los tocan a los viejos / qué quilombo (lío) se va a armar”, corearon hombres y mujeres, con sus cacerolas en la mano.

“Es un 19 de diciembre, tenemos recuerdos tremendos. Sepamos medir la situación”, dijo el diputado Daniel Filmus, en alusión a lo que 16 años atrás sucedió en esta misma ciudad: la convulsión social derivada de la vigencia del 'corralito' financiero que acabó con el Gobierno del presidente Fernando de la Rúa. Con ese recuerdo, el diputado pidió sin suerte que se levantara la sesión.

Como De la Rúa

El pasado jueves, la Cámara de Diputados ya se vio obligada a suspender la votación de la ley debido al tenor de las protestas y la inédita respuesta de las fuerzas de seguridad, que dejó numerosos heridos, incluso legisladores, y 41 detenidos. 

La reforma es muy parecida a la que intentó sacar adelante De la Rúa en el 2001, antes de que estallara la crisis, con un añadido que también provoca polémica: la extensión hasta los 70 años del momento de acceder al beneficio de la pensión. El oficialismo considera que su derecho a transformar el sistema previsional se lo dio el 40% de los votos obtenidos en las elecciones parlamentarias de octubre.

Además del movimiento obrero, la Iglesia católica también rechaza una reforma con impacto en millones de personas. El papa Francisco hizo saber su malestar por los efectos de la normativa. Cambiemos defiende no obstante la iniciativa a ultranza y asegura que la oposición tiene intenciones desestabilizadoras.

Durante el debate, la diputada Elisa Carrió habló de una conjura callejera urdida por la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. El diputado Adrián Grana le contestó: “Esto no es un golpe de Estado sino un acto colectivo en defensa de sus intereses”. “El que junta las monedas hasta final de mes las defiende a cualquier costo. No saquen esta ley a un precio tan alto”, pidió la diputada Victoria Donda. “No son los CEO ni los gerentes los que sufren con esta ley”, señaló el socialista Luis Contigiani.

Eduardo Amadeo, en nombre de Cambiemos, defendió no obstante las virtudes de la ley. Lauana Volnovich sostuvo que se trata de un proyecto a lo “Robin Hood”, pero mientras que el personaje medieval robaba a los ricos para repartir entre los pobres .“acá sucede al revés”.“¿No les da vergüenza violar la Constitución?”, preguntó al partido de Gobierno la diputada independiente Alejandra Rodenas.

Rebaja de impuestos

El actual Gobierno de la coalición de centroderecha Cambiemos devaluó la moneda un 40% apenas llegó al poder, hace dos años. Pero se ha endeudado a pasos agigantados (100.000 millones de dólares) y ya no se encuentra en condiciones de financiar el gasto público sin un ajuste profundo. El recorte de las pensiones, el aumento sostenido de las tarifas de los servicios públicos y los despidos se han vuelto inevitables desde el momento en que Macri rebajó sustancialmente los impuestos a los grandes productores agropecuarios, las fortunas y a las empresas mineras. Es el único recurso que tiene a mano para equilibrar el gasto público. “Si lo hacen nos situamos al borde del precipicio”, dijo el diputado Leopoldo Moreau. “Corremos el riesgo de repetir una jornada trágica. Será un triunfo pírrico. Les quemará el dinero en las manos. Suspendan el proyecto”, pidió el diputado y dirigente sindical Hugo Yasky.

Los defensores de la ley están convencidos de que se aprobará. “Hay diputados que han dicho que tienen que votar esta ley aunque no les guste porque el Gobierno nacional no les envía fondos a las provincias para pagar salarios. Es una clara extorsión”, afirmó el diputado Agustín Rossi sobre la presión que declararon tener algunos diputados opositores.