Triple homicidio con una espada de samurái en un templo sintoísta de Tokio

Fachada del santuario de Tomioka, donde tres personas fallecieron al ser agredidas por un individuo con un objeto punzante.

Fachada del santuario de Tomioka, donde tres personas fallecieron al ser agredidas por un individuo con un objeto punzante. / periodico

El Periódico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tres personas han muerto a golpes de espada de samurái y otra ha resultado herida en el conocido santuario sintoísta de Tomioka Hachimangu, en Tokio (Japón), en lo que parece ser una pelea por los derechos de sucesión al frente del templo, según medios locales.

Las primeras versiones apuntan a que un hombre mató a su hermana, la sacerdotisa principal del templo, cuando salía de un automóvil, según fuentes policiales citadas por la agencia de noticias Kyodo. Más tarde, según los informes, mató a otra mujer, antes de quitarse la vida. El conductor de la sacerdotisa resultó herido en el ataque, dijo la policía.

Los investigadores hallaron una espada de samurái ensangrentada en la escena del crimen.

Según los medios locales, los asesinatos fueron provocados por una larga disputa de sucesión entre la sacerdotisa y su hermano, llamado Shigenaga Tomioka. Tomioka había sido el principal sacerdote del santuario, y había reemplazado a su padre en los años 90. Fue despedido en 2001 y su padre volvió a la posición de principal sacerdote, instalando a su hija, Nagako Tomioka, como la segunda en el santuario.

Durante esos años, el sospechoso envió cartas amenazantes a su hermana y fue arrestado en 2006. Después de que su padre se jubilara en 2010, la hija pasó a ser la principal sacerdotisa.

Santuario famoso

El sintoísmo es la religión 'nacional' de Japón. El santuario Tomioka Hachimangu data de 1627 y es famoso por el festival de verano Fukagawa Hachiman, en agosto. Fue uno de los que iniciaron la tradición en Edo (ahora Tokio) de celebrar torneos de sumo en sus terrenos para atraer visitantes y donaciones, una costumbre todavía común en muchos santuarios sintoístas.