CRISIS EN EL SUDESTE ASIÁTICO

Birmania y Bangladés firman un acuerdo para repatriar a miles de rohingyas

Organizaciones humanitarias expresan su preocupación por la falta de garantías de seguridad para los retornados

Un familia de rohingyas reconstruyen su precario refugio en el campo de Balukhali, en el distrito de Ukhia (Bangladés), el 22 de noviembre.

Un familia de rohingyas reconstruyen su precario refugio en el campo de Balukhali, en el distrito de Ukhia (Bangladés), el 22 de noviembre. / periodico

El Periódico / Rangún

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Los Gobiernos de Birmania y de Bangladés han firmado un acuerdo de entendimiento para posibilitar dentro de dos meses el retorno de cientos de miles de rohingyas que han huido de la persecución del Ejército birmano en el estado de Rakhine desde la última ola de violencia, que comenzó a finales de agosto.

"Estamos listos para traerlos de vuelta tan pronto como sea posible después de que Bangladés nos remita los documentos", ha explicado el secretario permanente del Ministerio birmano de Trabajo, Inmigración y Población, Myint Kyaing, en referencia a los formularios de registro que los rohingyas tendrán que completar con sus datos antes de ser repatriados.

"El acuerdo estipula que el retorno comenzará en un periodo de dos meses. Se establecerá un Grupo de Trabajo Conjunto en tres semanas desde la firma del 'pacto' y se creará un instrumento bilateral específico (arreglo físico) para la repatriación de forma rápida", anunció el Ministerio de Exteriores bangladesí en un comunicado.

Memorando de intenciones

El memorando de intenciones, rubricado este jueves en la capital birmana por el ministro de Exteriores de Bangladés, Mahmud Ali, y el ministro Kyaw Tint Swe, consejero de la líder birmana Aung San Suu Kyi, llevaba siendo negociado desde hacía varios meses y los detalles finales se concluyeron ayer durante una reunión de alto nivel, según la nota.

En su último informe de situación difundido hoy, el Grupo de Coordinación Intersectorial de la ONU cifra en unos 623.000 a los rohingyas llegados a Bangladés en los últimos tres meses. El actual éxodo de rohingyas comenzó con las operaciones de represalia de las fuerzas de seguridad birmanas lanzadas tras los ataques, el 25 de agosto, del rebelde Ejército de Salvación Rohingya de Arakan (ARSA) a una treintena de puestos militares y policiales en Rakhine.

Minoría no reconocida

Aunque la violencia ha remitido y la jefa de facto del Gobierno birmano, Aung San Suu Kyi, ha prometido que el regreso de los refugiados será voluntario y seguro, la situación sigue sin ser la más favorable para esta minoría en el estado de Rakhine. Bangladés había venido exigiendo a Birmania la repatriación de los rohingyas, a los que el Gobierno de Naipydó no reconoce como minoría en su país.

Aun sin conocerse los detalles del acuerdo, Bangladés ha indicado que se trata de "un primer paso", mientras que organizaciones de ayuda humanitaria han expresado su preocupación por el retorno forzado de los rohingyas a menos que su seguridad esté garantizada.

Desde que comenzó la última ola de violencia contra esta minoría musulmana en el estado birmano de Rakhinemás de 600.000 rohingyas han huido al vecino Bangladés. Este miércoles, el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson denunció, como hizo en su día el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, la campaña militar de "limpieza étnica" llevada a cabo por el Ejército birmano, que la semana pasada se desvinculó de la crisis y negó su participación en las matanzas, violaciones y robos cometidos en Rakhine.