A FINALES DE AÑO

El Tribunal para la ex-Yugoslavia cierra tras la sentencia contra Mladic

La corte judicial, creada expresamente en La Haya en 1993, ha enviado a la cárcel en las últimas décadas a decenas de criminales de las guerras de los Balcanes

Slobodan Milosevic (centro), expresidente de Serbia, junto a dos guardias de seguridad antes de comparecer en el TPIY, en La Haya, el 3 de julio del 2001.

Slobodan Milosevic (centro), expresidente de Serbia, junto a dos guardias de seguridad antes de comparecer en el TPIY, en La Haya, el 3 de julio del 2001. / periodico

El Periódico / La Haya

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Fin de trayecto en La Haya. El Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia (TPIY), abierto en esta ciudad holandesa en 1993 para juzgar los crímenes cometidos en las guerras de los Balcanes, cerrará sus puertas a finales de año tras haber emitido este miércoles el veredicto contra el exgeneral serbobosnio Ratko Mladic. La disolución del tribunal, que en las últimas décadas ha enviado a prisión a decenas de criminales por delitos cometidos durante las guerras que asolaron la ex-Yugoslavia entre 1991 y el 2001, está prevista oficialmente para el 31 de diciembre, aunque mantendrá abierta una pequeña parte provisional para atender los recursos de otros casos.

Los veredictos emitidos por el TPIY servirán como base jurídica en procesos civiles y eso permitirá a múltiples víctimas de las guerras exigir compensaciones y denunciar a sus agresores a nivel local. En el caso de Mladic, por ejemplo, la abogada holandesa de derechos humanos Liesbeth Zegveld, que representa a familias bosnias, iniciará en representación de las Madres de Srebrenica y en una corte local de La Haya un proceso judicial para exigir compensaciones al exgeneral serbobosnio.

"La dificultad será traducir las sentencias criminales a una corte local o civil, tanto aquí en La Haya como en cualquier otro país, tipo Croacia Bosnia. No hay que olvidar que hay muchas víctimas y muchos criminales que deben compensar a los civiles por los daños que han hecho", explica Zegveld a la agencia Efe.

Acusaciones contra 161 personas

En sus 24 años de funcionamiento, el TPIY ha presentado acusación contra 161 personas, desde soldados de bajo rango hasta importantes cargos tanto del Gobierno como del Ejército y la Policía de la antigua Yugoslavia. Entre ellos juzgó al presidente serbio Slobodan Milosevic, que murió en el 2006 bajo custodia antes de conocer el veredicto; el líder político de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, condenado a 40 años de prisión en el 2016; y el general croata Ante Gotovina, condenado en primera instancia a 24 años de cárcel y posteriormente absuelto en el 2012.

Entre los procedimientos en curso tiene pendientes las apelaciones de Karadzic y de Vojislav Seselj, líder ultranacionalista serbio que inicialmente fue absuelto en marzo del 2016 de las acusaciones de limpieza étnica contra croatas, musulmanes y otros ciudadanos no serbios. El TPIY consideró que no era “el líder jerárquico” de las milicias del Partido Radical Serbio (SRS), pero el fiscal recurrió y la vista se verá el 13 de diciembre ante el Mecanismo para los tribunales internacionales (MTPI), competente para cualquier caso del TPIY.

Entre los condenados, a aparte de Mladic, destaca la figura de Biljana Plavsic, vicepresidenta de la Republika Sprska (entidad serbobosnia) durante la guerra, y luego nombrada presidenta, única mujer juzgada como criminal de guerra de la antigua Yugoslavia y condenada en el 2003, tras declararse culpable, a 11 años de cárcel.

Durante dos décadas, los magistrados escucharon en total a casi 5.000 testigos y celebraron unas 11.000 sesiones para procesar a múltiples acusados de genocidio, crímenes de lesa humanidad, violaciones de las leyes y usos de la guerra y la violencia como armas.

Perpetradores en libertad

"Lamentablemente hay muchos perpetradores aún libres. El desarrollo político de los países de la antigua Yugoslavia ha influenciado mucho el desarrollo de este tribunal. Pero desde luego, la Corte ha hecho un trabajo muy importante y muy bueno estos años", añade Zegveld.

En nombre de las víctimas que ella representa, Zegveld considera que es "aún pronto para juzgar el trabajo del tribunal y su legado, dado que las consecuencias de la guerra son aún recientes", y añade que "cuando se es víctima de unos crímenes como estos, es difícil sentirse satisfecho simplemente con la sentencia" de un tribunal.