Inocente Montano, la sombra tras la matanza de los jesuitas en El Salvador

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Beatriz Pascual Macías

El excoronel salvadoreño Inocente Montano, cuya extradición a España avaló hoy el Tribunal Supremo de EE.UU., está considerado como el cerebro en la sombra que orquestó la muerte en 1989 de cinco jesuitas españoles, entre ellos Ignacio Ellacuría, durante la guerra civil de El Salvador.

Ese es el relato que ha hecho el Gobierno de EE.UU. para impulsar la extradición de Montano, de 74 años, a España, país que lo reclama desde 2011.

El Gobierno de EE.UU. accedió a la petición de España porque considera que hay "evidencias suficientes" para creer que Montano, entonces viceministro de Defensa Nacional, jugó un papel fundamental en la masacre que tuvo lugar la madrugada del 16 de noviembre de 1989 y de la que mañana se cumplen 28 años.

Entonces, un "escuadrón de la muerte" del Ejército irrumpió en la Universidad Centroamericana (UCA) y asesinó a su rector, Ignacio Ellacuría, jesuita vasco e ideólogo de la Teología de la Liberación, así como a otros cinco sacerdotes jesuitas -cuatro de ellos españoles- y a la cocinera y su hija, ambas salvadoreñas.

Según lo argumentado durante el proceso por EE.UU., un día antes de la matanza, Montano participó en una reunión donde uno de sus subordinados, el coronel René Emilio Ponce, ordenó al coronel Guillermo Alfredo Benavides que usara al temido batallón de elite Atlácatl para asesinar a los jesuitas.

"Maten al padre Ellacuría y no dejen ningún testigo", ordenó Ponce en presencia de Montano, que en el encuentro del grupo de militares supuestamente facilitó la ubicación del jesuita vasco al anunciar que había vuelto de España y estaba en El Salvador, según figura en escritos de la acusación.

Poco antes de la matanza, además, la radio Cuscatlán, que estaba bajo la supervisión de Montano, emitió amenazas de muerte dirigidas contra Ellacuría y sus compañeros sacerdotes.

El Ejército de El Salvador, financiado por Estados Unidos, decidió atacar a los jesuitas, conocidos como "los mártires de la UCA", porque creía que eran aliados del entonces guerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), ahora partido político en el Gobierno.

La masacre supuso un escándalo a nivel internacional y, dentro de Estados Unidos, ciertos sectores de la sociedad presionaron a su Gobierno para que le retirara el apoyo al Ejército de El Salvador, lo que finalmente facilitó la firma de unos acuerdos de paz en 1992.

Lo cierto es que la vida de Montano ha estado ligada desde el principio a su vecino del norte, Estados Unidos.

Nacido en El Salvador en 1943, ingresó en el Ejército salvadoreño muy joven, con apenas 20 años, y se graduó en 1966 con una promoción de la Escuela Militar salvadoreña conocida como "La Tandona" y que, desde 1988, controló los puestos militares claves.

Como muchos otros de sus compañeros de "La Tandona", Montano estudió en 1970 en la Escuela Militar de las Américas en Estados Unidos, en la que las Fuerzas Armadas de ese país instruyeron a militares latinoamericanos en la lucha contra la insurgencia guerrillera dentro del contexto de la Guerra Fría.

Montano volvió a El Salvador y, después de la guerra, en 1994 se jubiló en el Ejército con el grado de coronel.

En el año 2000, la Compañía de Jesús en El Salvador trató sin éxito que se reabriera el caso de los jesuitas. Entonces, en 2001, Montano se fugó de El Salvador y se instaló en Boston, donde pudo acogerse fraudulentamente al Estatuto de Protección Temporal (TPS), un permiso migratorio que EE.UU. concede a países en conflicto.

Encontró trabajo en una fábrica de dulces y mantuvo un perfil bajo hasta que la abogada española Almudena Bernabéu descubrió su paradero.

"Me dio el chivatazo un periodista salvadoreño, me dijo que estaba en Boston pero que no tenía forma de corroborarlo. Así que llamé por teléfono a casa de su hermana, con número oculto, y le dije en español: 'buenas tardes, ¿con quién estoy hablando, por favor?'", cuenta a Efe Bernabéu.

Entonces, muy educado, respondió: "Hola, Inocente Montano al habla, ¿qué desea?".

Las autoridades de EE.UU. le detuvieron. En 2013 fue condenado a 21 meses de prisión por fraude migratorio e ingresó en una cárcel de Carolina del Norte, de la que debió haber salido en abril de 2015, pero en la que ha permanecido durante más de dos años a la espera de una decisión final sobre su extradición.

Mientras tanto, en 2008, dos organizaciones, la Asociación Pro Derechos Humanos de España (APDHE) y el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA) estadounidense, de la que formaba parte Bernabéu, denunciaron ante la Audiencia Nacional española a Montano y otros exmilitares salvadoreños.

En 2011, el juez de la Audiencia Nacional española Eloy Velasco ordenó la busca y captura internacional de 20 exmilitares salvadoreños.