Europa sin el Reino Unido

Menos de tres semanas para hacer concesiones sobre el 'brexit'

El negociador británico David Davis (izquierda) y el de la Unión Europea, Michel Barnier, ayer, en Bruselas.

El negociador británico David Davis (izquierda) y el de la Unión Europea, Michel Barnier, ayer, en Bruselas.

Silvia Martinez

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La “ventana de oportunidad” para lograr un acuerdo sobre el brexit “es muy limitada” y si Londres no hace un movimiento para finales de noviembre todo apunta a que la cumbre de jefes de estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) de mediados de diciembre tampoco dará vía libre al inicio de las negociaciones del acuerdo transitorio que pide Londres. ¿Puede confirmar que el Reino Unido tendrá que hacer nuevas concesiones en dos semanas?, le han preguntado este viernes el negociador jefe de la UE. “Mi respuesta es sí”, ha zanjado escuetamente Michel Barnier.

Ha sido al término de la sexta ronda de negociaciones, en realidad un minirronda de día y medio, que ha vuelto a dejar patente la distancia que separa a Londres y Bruselas. “Necesitamos progresos reales y sinceros. Y todavía no hemos llegado. Si no ocurre retrasaremos la apertura de la discusión sobre el futuro, de la que forma parte tanto el período de transición tras la salida de Reino Unido –el 29 de marzo del 2019- como la relación futura que deseamos construir”, ha avisado el político francés.

Los Veintisiete ya han empezado los trabajos preparatorios internos cara a este futuro pacto comercial y a un acuerdo transitorio, tal y como se comprometieron los 27 líderes de la UE en su última reunión de octubre en un gesto de buena voluntad con Londres, pero ningún estado miembro quiere pillarse las manos. Nadie confía plenamente en Londres y antes de poner por escrito garantías sobre cómo serán las futuras relaciones quieren que el Gobierno de Theresa May clarifique cuánto dinero está dispuesto a pagar en el proceso de divorcio. 

La intención de los gobiernos europeos es empezar a redactar a finales de noviembre el documento político que los 27 deberán refrendar en la cumbre del 14 y el 15 de diciembre. De ahí el ultimátum dado este viernes. Sobre la mesa, dos opciones. O bien un borrador de conclusiones, en caso de que no haya acuerdo, o un documento con las líneas directrices del acuerdo transitorio que ansían al otro lado del canal de La Mancha. Todo dependerá de lo que ofrezca de aquí a finales de mes Theresa May.

Los mismos obstáculos

“Varios Estados miembros han puesto énfasis en que si no hay suficientes progresos no habrá líneas directrices. Esto crea una ventana de oportunidad bastante limitada y pone la presión sobre Londres”, explican fuentes diplomáticas. May ha reiterado su intención de honrar los compromisos financieros con la UE pero solo ha ofrecido 20.000 millones de euros –dos años de aportación al presupuesto- cuando en Bruselas calculan entre 60.000 y 100.000 millones lo que Londres tendrá que abonar para saldar sus deudas con el club. “Es una condición imperativa para lograr progresos suficientes en diciembre”, ha recordado Barnier, quien también ha pedido concesiones sobre reagrupamiento familiar de los ciudadanos, portabilidad de las prestaciones sociales o el papel del Tribunal de Justicia de la UE como garante.

Otro de los grandes problemas sigue siendo la frontera con Irlanda y cómo impedir el regreso de una frontera dura en la isla que ponga patas arriba los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998. Según un documento de la Comisión Europea citado por el 'Financial Times', la única forma sería mantener a Irlanda del Norte dentro de la Unión aduanera y el mercado único una vez se produzca la salida el 29 de marzo de 2019. “Reconocemos la necesidad de soluciones específicas para la circunstancias únicas de Irlanda del Norte, pero esto no puede crear una nueva frontera dentro del Reino Unido”, ha avisado el negociador británico, David Davis.

Calendario provisional

En la cumbre de octubre los 27 rechazaron la petición británica de empezar a discutir las futuras relaciones, pero en un gesto de buena voluntad dieron vía libre para empezar con los trabajos preparatorios internos para cerrar la postura negociadora de la UE. Los embajadores permanentes ya han celebrado hasta ahora dos rondas de trabajo y han cerrado un calendario provisional de aquí a mediados de diciembre para empezar a concretar qué tipo de acuerdo quieren: el ámbito de aplicación, la duración, el impacto sobre los acuerdos con terceros países y cuestiones internas como la aplicación del derecho comunitario, el presupuesto, la supervisión o la participación de Londres en el proceso de toma de decisiones de la UE.

En el borrador que ha circulado entre las capitales europeas también figura el derecho de veto de España sobre Gibraltar, tal como consta ya en las directrices pactadas antes del verano. Es decir, que una vez que los británicos abandonen el club ningún acuerdo entre la UE y el Reino Unido podrá aplicarse en el Peñón “sin acuerdo” entre Londres y Madrid.