GIRA POR ASIA

Trump ofrece armas para nivelar la balanza comercial con Japón

"Supondrá un montón de puestos de trabajo para nosotros y un montón de seguridad para ellos", afirma el presidente de Estados Unidos

El presidente de EEUU, Donald Trump, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en Tokio.

El presidente de EEUU, Donald Trump, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, en Tokio. / periodico

Adrián Foncillas

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La venta de armamento en cantidades industriales es el remedio para el comercio de Estados Unidos y la seguridad de Japón. Lo ha propuesto este lunes el presidente de EEUUDonald Trump, en rueda de prensa retransmitida en directo sin que el primer ministro japonés, Shinzo Abe, mostrara ninguna incomodidad aparente.

 “El primer ministro va a comprar cantidades ingentes de armamento, y así debe hacerlo. Nosotros construimos con diferencia las mejores armas”, ha explicado el mandatario estadounidense en el último día de su visita a Japón .

 Con la tecnología bélica estadounidense, ha aclarado Trump, Japón podrá abatir los misiles de Corea del Norte. El asunto viene de lejos. La prensa japonesa ha revelado la estupefacción que le causó a Trump que “un país de guerreros samuráis” no intentara destruir los dos proyectiles que este verano sobrevolaron su territorio. La principal razón es técnica: las baterías actuales en Japón son inútiles contra el vuelo alto de los Hwasong-12, y los expertos independientes también desconfían de la fiabilidad de las estadounidenses. Existen además peliagudas cuestiones de derecho internacional y el riesgo al ridículo si los intentos fracasan. Tokio ha explicado que los misiles cayeron lejos de su territorio y que no dudará en abatirlos si cree que amenazan a la población.

Frente beligerante

“Supondrá un montón de puestos de trabajo para nosotros y un montón de seguridad para Japón”, ha insistido Trump. No hay precedentes de ofertas de armas tan impúdicas y públicas, ya que la diplomacia clásica reserva a esas operaciones la sutileza que merecen los temas socialmente delicados. Tampoco ayudará a que Tokio se libere de su reputación de secuaz de Washington.

Trump y Abe han subrayado su frente beligerante contra Corea del Norte. El líder estadounidense ha repetido que la paciencia estratégica de Obama ha terminado y urgen medidas más expeditivas. “Algunos creen que mi retórica es muy fuerte. Pero miren lo que ha pasado con la retórica débil en los últimos 25 años, miren dónde estamos ahora”, ha dicho. Washington ha aclarado en los últimos meses que “todas las opciones están sobre la mesa”, incluyendo la militar. Abe ha insistido en que apoya “al 100%” la política de Trump.

Déficit comercial

La rueda de prensa conjunta ha provocado la respuesta de China, comprensiblemente preocupada por el exceso de testosterona y los riesgos de una guerra termonuclear en su patio trasero. “Esperamos que las acciones y declaraciones de todas las partes puedan ayudar a rebajar la tensión, restablecer la confianza y devolver el asunto nuclear norcoreano a la correcta vía del diálogo y las negociaciones”, ha pedido el Ministerio de Exteriores.

La oferta de armamento liga la amenaza norcoreana con el desequilibrio de la balanza comercial entre EEUU y Japón. Trump ha lamentado el crónico déficit y exigido medidas eficaces y rápidas para enjugarlo. En concreto ha pedido a la industria automovilística japonesa que fabrique sus coches en EEUU en lugar de enviarlos. La petición ignora que el 75% de los coches japoneses vendidos en el 2016 en EEUU salieron de fábricas estadounidenses. Se desconoce si Trump, en contraprestación, ha ofrecido que las armas estadounidenses que venderá a Japón se produzcan en fábricas japonesas.