Twitter admite que la cuenta de Trump fue desactivada por un empleado

La cuenta de Twitter del presidente de EEUU, Donald Trump, @realdonaldtrump, fue desactivada por un empleado de Twitter Inc que se marchaba de la compañía este jueves y estuvo inoperativa durante 11 minutos antes de ser restaurada, ha admitido esta red social.

Trump tiene 41,7 millones de seguidores en Twitter y ha utilizado ampliamente su cuenta para enviar mensajes atacando a sus oponentes y promoviendo sus políticas, tanto durante la campaña presidencial del 2016 como después de ocupar la Casa Blanca el pasado enero.

"Hemos sabido que esto lo hizo un empleado [del servicio] de ayuda al cliente de Twitter que lo hizo en su último día de trabajo. Estamos realizando una investigación interna completa", señaló Twitter en un tuit.

"Continuamos investigando y tomando medidas para evitar que esto vuelva a suceder otra vez", había indicado previamente. Un representante de Twitter declinó hacer más comentarios al respecto.

La Casa Blanca no ha comentado hasta ahora el incidente. En su primer tuit tras la interrupción, Trump escribió: "Lanzamiento hoy del gran recorte de impuestos. Los lobistas están tomando el Capitolio, pero los republicanos se mantendrán fuertes y harán lo que es correcto para América!"

El incidente del jueves por la noche plantea una serie de interrogantes sobre cómo Twitter asegura la cuenta personal de Trump, la cuenta oficial del presidente @potus y otras cuentas que podrían influenciar potencialmente acontecimientos mundiales. Y se ha producido en unos momentos en que las compañías tecnológicas, incluida Twitter, se enfrentan a fuertes ataques de los legisladores estadounidenses por no impedir la propagación de la propaganda rusa y la desinformación en sus plataformas.

Twitter, en particular, ha sido criticada por no haber hecho lo suficiente por controlar su plataforma y responder a las quejas de abusos. La eliminación temporal de la cuenta de Trump ha desatado una avalancha de críticas sobre la empresa. Reuters no ha podido determinar cuántos empleados de Twitter tendrían autoridad para eliminar cuentas o manipularlas de otra manera, como por ejemplo enviando tuits falsos.