Venezuela vota en calma en las elecciones regionales

Las elecciones regionales venezolanas se parecieron a un raro momento de calma que -temen muchos- precede a la tormenta. Los venezolanos eligieron las autoridades de 23 estados que en buena parte estaban en manos del chavismo. Más allá de los resultados, el Gobierno se ha dado por ganador de antemano, entre otras cosas porque, dijeron sus dirigentes, se le ha demostrado al mundo que este es un país democrático. “Así se dirimen las diferencias. Con amor y actitud cívica. Hago el llamado a esperar el escrutinio en paz y calma”, dijo el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Vladimir Padrino López. Los comicios, que debían celebrarse en diciembre pasado, tendrán un inmediato efecto en las negociaciones que llevan a cabo Nicolás Maduro y la Mesa de Unidad Democrática (MUD) para encauzar la crisis política que entre abril y julio provocó decenas de muertos en las calles.

“Un 99,92 % de las mesas electorales ya están abiertas”, dijo la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena. Reconoció no obstante la existencia de problemas menores en algunos municipios. La MUD cree que si la participación electoral se sitúa por encima del 65% podría quedarse al menos con 16 gobernaciones. La apatía de los votantes desencantados con el chavismo y la oposición, así como la existencia de papeletas confusas y la polémica decisión de último momento de reubicar más de 100 centros de votaciones, aparecen sin embargo a ojos de los analistas como el caldo de cultivo del abstencionismo. Suponen que una merma en las urnas atentaría contra las expectativas de la MUD y favorecería al Gobierno. “Vayan, participen. Que la lluvia no nos atemorice y que las trabas no nos desanimen”, pidió el ex portavoz de la MUD; José Chio Torrealba.

La diputada chavista Ilenia Medina predijo un triunfo rotundo de los bolivarianos y, como consecuencia, la Asamblea Nacional (AN), que está en manos de la oposición, “tendrá menos relevancia” en adelante. Para Medina los electores de la oposición “no tienen razones para salir a votar. Los dirigentes políticos que llamaron a esas protestas, casi todos diputados, traicionaron a sus electores y ahora serán castigados con la abstención”. El diputado Héctor Cordero, de la MUD, estimó por su parte que la oposición resultará otra vez vencedora, lo que obligará al gobierno a “eliminar la ANC”  y adelantar las elecciones presidenciales pautadas para diciembre de 2018. 

Presión internacional

Las elecciones se realizan en medio de una agudización de los problemas económicos: una inflación que podría llegar al 1000% anual, la escasez de bienes y la falta de liquidez. Estados Unidos y la UE, e incluso varios países de la región, la miraron con desconfianza. Héctor Rodríguez, una de las principales espadas del Gobierno y a la vez candidato a gobernador en el estado de Miranda dijo que, a diferencia de otros países, en alusión a lo ocurrido en Barcelona, se puede votar y no envían las fuerzas de seguridad a reprimir. “Ese es el mensaje que le damos al mundo”, dijo.

Freddy Guevara, uno de los dirigentes más duros de la MUD, aseguró que la coalición estaba muy pendiente de que no se cometiera ninguna irregularidad. A su vez ratificó que "ningún candidato de la oposición ganador se subordinará ante la Asamblea Nacional Constituyente". Nicolás Cabello volvió a amenazar este domingo: los que se nieguen a hacerlo no asumirán sus cargos.