DECISIÓN JUDICIAL

El juez Moreno deja en libertad al periodista turco sueco Yalçin

Hamza Yalçin, junto a Baltasar Garzón

Hamza Yalçin, junto a Baltasar Garzón / periodico

Ángeles Vázquez / Madrid

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El periodista sueco de origen turco Hamza Yalçin, detenido en el aeropuerto de El Prat Hamza Yalçin, el pasado 3 de agosto, esperará en libertad la decisión que adopte la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional sobre la petición de extradición realizada contra él por Turquía. El juez Ismael Moreno ha decidido dejarle en libertad provisional, con el informe favorable del fiscal, una vez que su defensa ha podido acreditar que dispone de una vivienda en Barcelona con la que podrá conjurar la falta de arraigo en el país que, según fuentes jurídicas, hacía inevitable su permanencia en prisión.

Se trata de una vivienda que le ha sido facilitada por la entidad en defensa de la libertad de expresión y de los derechos linguísticos Pen Català, en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona, "que garantizará su alojamiento en España durante la tramitación del expediente de extradición" seguido a instancias de Turquía por los delitos de formación y dirección de organización terrorista. Las autoridades turcas no aportaron la documentación necesaria para lograr la entrega en el plazo inicial de 40 días habitual en este tipo de peticiones y el pasado 30 de agosto se les concedió una prórroga que finalizará el 9 de octubre.

Una vez en libertad, Yalçin tendrá que comparecer semanalmente en el juzgado más próximo a su domicilio. Se le ha retirado el pasaporte y se le ha prohibido abandonar el territorio nacional. Además, deberá facilitar un teléfono a la Audiencia Nacional para estar localizado.

Detenido durante una escala

Hamza Yalçin, de 59 años, fue detenido, en virtud de una orden de Interpol, cursada por Turquía, en una escala cuando se dirigía a Londres, lo que suponía que no tuviera ningún vínculo con España. Ello dificultaba su puesta en libertad, pese a la campaña de varios partidos y  organizaciones, críticos con su permanencia en prisión. El Defensor del Pueblo, se acababa de dirigir a la Fiscalía General del Estado para advertir de las condiciones que se viven en Turquía tras el golpe fallido de 2016. 

La Fundación Internacional Baltasar Garzón, que representa a Yalçin, solicitó su libertad esgrimiendo "la patente ausencia del requisito de doble incriminación, su condición de refugiado o asilado y la existencia de un riesgo cierto de que, de ser extraditado, será sometido a torturas, a un proceso carente de las mínimas garantías del derecho de defensa y a un trato inhumano o degradante".

Acusaciones "imprecisas"

Sostenía que “los hechos a partir de los que las autoridades turcas afirman la 'pertenencia a grupo terrorista o criminal' de Yalçin son de todo imprecisos y carecen de sustento factico, cuando no incurren en contradicciones, siendo lo único cierto que, en tanto que su profesión es la de periodista, escribe artículos con el fin de desarrollar su deber de informar verazmente y con libertad de opinión”.

A su juicio, “la orden de detención internacional emitida por las autoridades turcas no es sino una manifestación de la situación de persecución política de los periodistas opositores del actual régimen turco”, porque se sostiene exclusívamente sobre hechos de "naturaleza política" y su entrega sería incompatible con su condición de asilado en Suecia.