CITA EN NUEVA YORK

Trump debuta en la ONU con Corea del Norte como principal desafío

El presidente de EEUU desgranará el martes su doctrina en política exterior, una oportunidad para recuperar parte del respeto perdido

El presidente de EEUU, Donald Trump, a su llegada a la sede de Naciones Unidas en Nueva York,

El presidente de EEUU, Donald Trump, a su llegada a la sede de Naciones Unidas en Nueva York, / periodico

Ricardo Mir de Francia / Washington

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No ha sido más que un aperitivo, pero, para sorpresa de muchos, el Donald Trump que ha intervenido este lunes por primera vez en las reuniones de Naciones Unidas se parece poco a aquel otro que dijo el año pasado que la ONU "no es amiga de la democracia" y "no es amiga de la libertad". El presidente de Estados Unidos ha irrumpido en sus pasillos con una agenda de cambio, pero también con un sorprendente espíritu de cooperación, como demuestra su apoyo a la reforma del funcionamiento de la institución impulsada por el secretario general, António Guterres. "Creo que el mensaje principal es: ‘Hagamos grande a las Naciones Unidas", ha dicho parafraseando el eslogan de su campaña. "Tiene un tremendo potencial y creo que vamos a ser capaces de hacerlo", ha añadido.

El empresario neoyorkino se estrenará el martes ante la Asamblea General, que estará marcada por algunos de los asuntos más urgentes que enfrenta el mundo, como el desafío militar de Corea del Norte, el contencioso nuclear con Irán, la limpieza étnica de los musulmanes birmanos o la salida estadounidense del pacto global contra el cambio climático. Todo parece indicar que Trump tratará de explicar su cacareada doctrina del "América, primero", una idea que tiene a priori difícil encaje con el multilateralismo y la cooperación internacional. En las últimas semanas, la Casa Blanca ha descubierto que aquella misma institución descrita por el republicano como "un club para que la gente se junte, hable y lo pase bien" puede servir también a los intereses de EEUU. Así lo atestiguan las dos rondas de draconianas sanciones impuestas a Corea del Norte por el Consejo de Seguridad.

Soberanía y rendición de cuentas

Su alocución girará en torno a los conceptos de "soberanía y rendición de cuentas como pilares esenciales para la paz y la estabilidad", según adelantó el viernes el asesor de seguridad nacional de Trump, H. R. McMaster. "América respeta la soberanía de otros países y espera que otras naciones hagan lo mismo. También urge a todos los gobiernos a que rindan cuentas ante sus ciudadanos", aseguró el general. McMaster señaló a Siria y Venezuela como países donde se desprecia la voluntad popular y denunció a los "poderes revisionistas que amenazan la soberanía" en Oriente Próximo, Europa y el Extremo Oriente, en alusión a Irán, Rusia y Corea del Norte.

Pionyang estará "en el centro" del debate, según la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, la mujer que se ha convertido en el rostro de su diplomacia, en detrimento del secretario de Estado, Rex Tillerson. Washington insiste en que se está agotando el tiempo para buscar una solución negociada a las continuas provocaciones norcoreanas y no descarta el uso de la fuerza, a pesar del rechazo chino y ruso a contemplar esa posibilidad. Trump comerá el jueves con los líderes de Japón y Corea del Sur, los dos países más amenazados por los ensayos nucleares y balísticos del régimen de Kim Jong-Un. Pero no hay ninguna reunión prevista para que estadounidenses y norcoreanos se siente a dialogar, la única vía aparente para evitar un catastrófico enfrentamiento militar.

Relaciones con Irán

Tampoco hay planes para que Trump se reúna con el presidente iraní, Hassan Rouhani. Pero sí lo harán sus cancilleres. Será una cita importante porque Israel vuelve a desplegar su artillería diplomática para empujar a EEUU a que "rompa o renegocie el acuerdo", según dijo la semana pasada Binyamin Netanyahu, antes de reunirse este lunes con su colega estadounidense en Nueva York. Según los inspectores de la ONU, Teherán está cumpliendo con su parte del pacto y hasta ahora Trump se ha resistido a dinamitarlo. Pero la cuerda se está tensando. Desde su Administración crecen las voces que acusan al régimen de los ayatolás de violar el espíritu del acuerdo con su intervención en Siria o Yemen.

En los últimos días se ha especulado con que Trump podría dar marcha atrás en su decisión de retirar a EEUU del acuerdo de París contra el cambio climático. Es lo que quieren sus aliados europeos y el grueso de la comunidad internacional. Pero la Casa Blanca se ha apresurado a desmentirlo. "En consonancia con el anuncio del presidente en junio, nos retiraremos del acuerdo a menos que podamos renegociar sus términos de forma más favorable a los intereses de EEUU", ha dicho el asesor económico, Gary Cohn.  

Respecto a las guerras en SiriaYemen y Afganistán, o al conflicto entre israelís y palestinos, no se espera ninguna iniciativa para desatascarlos. La atención global se ha desplazado hacia Corea del Norte. Y este martes todos estarán pendientes de ver qué clase de Trump comparece ante el mundo, si el estrambótico 'showman' que aspiraba a dinamitar el maltrecho orden mundial o un dirigente que ha comprendido mínimamente sus complejidades y está dispuesto a buscar alianzas para recuperar parte del respeto perdido.