Alicia Relinque espera que su premio en China impulse la sinología en España

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Rafael Cañas

La sinóloga española Alicia Relinque, Premio Especial del Libro en la Feria del Libro de Pekín, confía en que dicho galardón fomente el respaldo a los estudios sobre China en España, que siguen necesitando apoyo institucional.

Relinque, traductora y profesora de Literatura China Clásica de la Universidad de Granada, ha recibido el premio en la edición de este año de la feria, y hoy protagonizó un pequeño homenaje en el Instituto Cervantes de Pekín.

Traductora al español de algunos de las principales obras clásicas de las letras chinas, Relinque lleva 40 años (desde que tenía 17) estudiando y trabajando con esta lengua.

Esta académica reconoció en una entrevista con Efe que no esperaba el premio, aunque le ha dado "mucha satisfacción" y supone "sin duda" un reconocimiento de China a los estudios de sinología que se hacen en España.

A pesar de que el primer sinólogo conocido fue el español Diego de Pantoja, entre los siglos XVI y XVII, Relinque recuerda que la sinología contemporánea en España es muy reciente, "salíamos de la nada, no había bibliografía" ni mucho menos internet.

Ahora, dice con una sonrisa, hay una generación nueva que tiene muchas más posibilidades de estudiar en China y "tiene un futuro muy prometedor", con cada vez más jóvenes traductores trabajando en el sector.

Sin embargo, lamenta que cada vez menos trabajen con el chino clásico (es más difícil e incluso tiene a veces los llamados "caracteres inexistentes", signos antiguos que nadie o casi nadie conoce). "Me duele muchísimo, somos pocos", admite.

Aún así, insiste en la importancia de que haya un mayor apoyo institucional, ya que "se necesita un apoyo para que estos sinólogos tengan espacio donde estar".

"Las instituciones españolas deberían apoyar más", subraya, aunque apunta que en los últimos años ha habido un influjo de apoyo y dinero de instituciones y editoriales chinas para que obras de su país se publiquen en editoriales españolas.

Se lamenta de que las principales editoriales españolas opten por la traducción indirecta (trasladar al español traducciones de obras chinas en inglés o francés), ya que así ahorran dinero, pero "se pierde mucho en el camino" en forma de matices y detalles.

Alicia Relinque insiste en animar a que más jóvenes se lancen por esta senda, a pesar de que está llena de obstáculos y requiere una dedicación enorme: "yo llevo estudiando chino cuarenta años y aún estoy en el proceso", afirmó en el Cervantes.

Traduciendo chino clásico "se pasan unos malos ratos espantosos", reconoce. Y retomando a un amigo alpinista, compara el proceso a la escalada a una montaña: sufrimiento y superación hasta la enorme satisfacción de llegar a la cima.

Sin embargo, no cambiaría su carrera por nada, pues afirma con una mezcla de pasión y cariño que "el chino es muy difícil, pero muy bonito" y "trabajo en lo que me gusta". Trabajando en un texto "no siento el tiempo", reconoce.

El galardón que ha recibido esta semana es al conjunto de su obra, pero su traducción más conocida en España es la de "El erudito de la carcajadas" (Jin Ping Mei), en verso y prosa, con un total de 1.600 páginas, que le costó seis años de trabajo llevar al español.

Se trata de una obra clásica del siglo XVI escrita por un autor anónimo que, sin embargo, no figura en la mención oficial de su premio, pues en China está censurada por sus pasajes eróticos explícitos, que según la traductora totalmente burlescos e imposibles. "Es una obra fantástica, un poco burlarse de todo".

Otra de sus traducciones estrella es "El pabellón de las peonías", una de las obras clave del teatro clásico chino, publicada por una editorial española con motivo del 400 aniversario de la muerte de su autor, Tang Xianzu, fallecido en 1616, el mismo año que Miguel de Cervantes y William Shakespeare.