Catalunya, epicentro del yihadismo en España y el Mediterráneo occidental

Un tercio de los detenidos en causas relacionadas con extremismo islámico han tenido lugar en la comunidad autónoma

Tres jóvenes, en la Rambla, junto a la furgoneta utilizada para el atentado.

Tres jóvenes, en la Rambla, junto a la furgoneta utilizada para el atentado.

Marc Marginedas / Barcelona

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Catalunya es el epicentro del yihadismo en España. Año tras año, los datos recabados por los cuerpos policiales y los análisis realizados por centros especializados y fuentes extranjeras así lo corroboran. "La alta inmigración, legal como ilegal, desde el norte de África (Marruecos, Túnez y Argelia) así como de Pakistán y Bangladés hace de esta región un imán para reclutar terroristas", según rezaba un informe secreto de la embajada de EEUU en España dado a conocer por la prensa en el 2010.

En lo que va de año, alrededor de un tercio de los detenidos en casos relacionados por extremismo islámico -es decir, 18 de 55- lo han sido en la comunidad autónoma catalana. Es una cifra que viene repitiéndose con sorprendente exactitud en los últimos ejercicios. Según un informe del Real Instituto Elcano elaborado por Fernando Reinares Carola García-Calvo, del número total de individuos condenados por terrorismo entre 1996 y el 2013, un 33,3% fueron arrestados en Cataluña y un 30,6% eran residentes en la comunidad autónoma. La provincia de Barcelona, como era de esperar, se posiciona en cabeza en este 'ranking' particular, con un 28,6% de los detenidos y un 23,5% de los residentes.

En los últimos años, la tendencia ha ido en aumento, y según el Real Instituto Elcano, en la actualidad casi se puede certificar que "cuatro de cada 10 individuos condenados" en España por yihadismo están "vinculados" a Catalunya, en particular a Barcelona y su área metropolitana.    

Terroristas del 11-S en Cambrils

La presencia de yihadistas en Catalunya se remonta a los años de la guerra civil en Argelia en los años 90, aunque también fue detectada desde principios de siglo. En julio del 2001, dos meses antes de los atentados del 11-S, se sabe que se reunieron en territorio catalán, concretamente en Cambrils y en Salou, Mohamed Atta, el líder de los terroristas suicidas que estrellaron los aviones en Nueva York y Washington, con el yemení Ramzi Binalshibh, encargado de la coordinación entre el liderazgo de Al Qaeda y la célula terrorista, para fijar los detalles finales.

Todo ello no ha pasado desapercibido en el exterior. En el 2010, en unos cables secretos cables secretos de la embajada de EEUU en España dados a conocer por la prensa se constataba esta realidad por lo que se sugería la creación de un centro de espionaje en el consulado de Barcelona. "La amenaza [yihadista] en Catalunya es evidente; EEUU debe saber quién y qué circula a través del área que va desde ArgeliaTúnez y Rabat y el sur de Francia", destaca el texto, antes de lanzar esta idea: "El consulado de Barcelona sería la plataforma ideal para la central porque tiene suficiente espacio, comunicaciones seguras buena localización".  

Una de las características destacables del yihadismo español, que además parece encajar con los datos que se han venido conociendo de la célula responsable de los atentados de Barcelona y Cambrils, es la tendencia "a la descentralización", según otro documento secreto de la legación norteamericana. Los integrantes de las células extremistas en nuestro país "colaboran en misiones 'ad hoc'" y están unidos "más por amistad", "vínculos familiares" o "lealtad a la causa de la yihad global" que "por su pertenencia a tal o cual grupo" en particular.

Son ciudadanos marroquís, o españoles de origen magrebí, quienes se han colocado al frente de los grupos yihadistas en Catalunya. Se trata, según un documento secreto de EEUU que data del 2005, de personas "con ingresos bajos y en su mayoría involucrados con la actividad criminal".   

Sin ir más lejos, el pasado mes de mayo fue desmantelada una supuesta célula terrorista compuesta por tres integrantes, con detenciones en SalouBadalona y Tánger. Según el Ministerio del Interior marroquí, los tres habían mantenido contactos estrechos con miembros de Estado Islámico, tanto en Irak como en Siria. La cooperación policial con Marruecos es fundamental  para garantizar en España, tal y como reiteran fuentes gubernamentales españolas.     

Creyentes radicalizados

Todo ello se produce en un marco en el que los creyentes más radicalizados de la religión musulmana en Catalunya muestran mayor asertividad para expresar de forma pública sus creencias. En el 2009, una mujer fue secuestrada por nueve militantes salafistas, la juzgaron por adulterio según la ley islámica y la condenaron a muerte, aunque logró escapar antes de la ejecución para denunciar a sus captores ante la policía. 

En noviembre del 2010, un imán en Cunit (Tarragona) fue condenado a un año de prisión por intentar obligar a una mujer a cubrirse la cabeza con un velo. El condenado y unos familiares ejercieron una intensa labor de presión, acosando y aislando a la víctima, Fatima Ghailan, por llevar un estilo de vida occidental. El papel de la alcaldesa de la localidad, Judith Alberich, fue muy criticado y quedó en entredicho. Aseguró que solo se trataba de "un conflicto privado".