Polonia desafía a la justicia europea con la tala de árboles del bosque de Bialowieza

Varsovia hace caso omiso a la prohibición decretada por la justicia comunitaria de detener el trabajo de los forestales en este impresionante paraje natural declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco

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El Periódico / Varsovia

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El Gobierno ultraconservador de Polonia ha abierto un nuevo frente de disputa con la Comisión Europea. En este caso, el sujeto de desencuentro es un bosque, el de Bialowieza, una enorme extensión de pura naturaleza virgen que ocupa también territorio de Bielorrusia y que fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 1976 y Patromino de la Humanidad en 1979. Varsovia mantiene activa su determinación de seguir talando árboles de este bosque a pesar de que, la semana pasada, el Tribunal de la Unión Europea ordenó detener los trabajos por "el grave e irreparable daño que podría causar a un entorno natural que no tiene precio".

El Ejecutivo polaco justifica la tala para evitar la extensión de la que califica como la más grande plaga de escarabajos en décadas, insectos, que según sostiene Varsovia, son capaces de matar a miles de árboles. "Tenemos que cumplir el plan de medidas de protección y es lo que estamos haciendo", ha dicho en rueda de prensa el director general de bosques polaco, Konrad Tomaszewski. "Estamos actuando de acuerdo a las leyes de la Unión  Europea", ha puntualizado el ministro de Medio Ambiente, Jan Szyszko. "Estamos obligados a continuar con las medidas de protección", ha añadido.

Este lunes, el canal de televisión TVN24 emitió imágenes del área afectada por la tala, que alberga una fauna única. Grandes máquinas ya estaba trabajando y derribando decenas de árboles. El pasado sábado, un camarógrafo que intentaba averiguar si se habian detenido los trabajo fue agredido por los empleados de una compañía dedicada a talar los árboles de Bialowieza, un acto que fue condenado por las autoridades de Varsovia.

Organizaciones de medio ambiente sostienen que los escarabajos son solo un pretexto. En su opinión, el Gobierno polaco anima y favorece la tala porque de esa manera la comunidad local logra mayores ingresos económicos y, como contrapartida, consigue un mayor apoyo de los habitantes de la zona al Partido Ley y Justicia (PIS), la formación política ultracatólica que gobierna Polonia. En el 2016, el ministro Szyszko aprobó triplicar la cuota de madera que se podía recoger en las tres áreas administrativas del bosque de Bialowieza.

Cuota superada

Tanto  Greenpeace como la Fundación de Polonia Salvaje afirman que la gran mayoría de árboles talados hasta ahora no estaban afectados por escarabajos y que la cuota fijada por Szyszko para el 2017 en las tres áreas administrativas ya han sido superadas. También sostiene que mientras la tala continúa, los guardias forestales que supervisan los bosques se han vuelto más agresivos con los manifestantes.

La prohibición del tribunal se mantendrá en vigor hasta que los jueces de la UE tomen una decisión final sobre esta cuestión. Szyszko ha dicho que no está preocupado por posibles multas por parte de la UE si el Gobierno polaco acaba por no cumplir la sentencia del Tribunal de la Unión Europea. El ministro polaco ha asegurado que detener ahora las "medidas protectoras" podría provocar dañoe en la naturaleza superiores de los 2 mil millones zlotys (468 millones de euros) en daño a la naturaleza.

El comité de la Unesco encargado del patrimonio mundial se ha unido al llamamiento de la UE para que Polonia suspenda las operaciones en Bialowieza. Tras expresar su "más grande preocupación", la Unesco anunció el pasado 5 de julio que enviaría una misión para supervisar la tala sobre el terreno.

Una piedra en el zapato de la UE

Hace tiempo que el Gobierno de Varsovia se ha convertido en una auténtica piedra en el zapato de la UE. El caso del bosque de Bialowieza es solo uno más de los contenciosos que mantiene Varsovia con Bruselas desde que el Parido ultraconservador y euroescéptico Ley y Justicia (PIS) está en el poder. El último gran desencuentro se produjo hace apenas diez  días cuando el Parlamento, dominado por el PIS, adoptó la polémica reforma del Tribunal Supremo, que dos días después fue ratificada por el Senado. La nueva ley permite al ministro de Justica, por ejemplo, destituir a jueces y nombrar a magistrados sustitutos en la más alta instancia judicial del Estado. La reforma salió adelante a pesar de la petición expresa de la Comisión Europea de retirar el proyecto ya que somete el Supremo al control directo del Gobierno y atenta contra la independencia judicial.  La ley provocó fuertes protestas en las calles de Polonia.