Así ha sido la tarde parisina de Brigitte Macron y Melania Trump

Mientras ellos hablaban de política en el Elíseo, ellas visitaban París. Visiblemente cómoda en su papel de anfitriona, Brigitte Macron acompañó a Melania Trump durante las dos horas que duró su recorrido turístico por el corazón de la capital francesa.

A primera hora de la tarde se despidieron de sus respectivos maridos en el patio de honor del Palacio de los Inválidos, donde horas antes se había celebrado la ceremonia de bienvenida de la pareja presidencial norteamericana, y se dirigieron en coches separados a la catedral de Notre Dame.

A pesar del enorme perímetro de seguridad desplegado para la visita, muchos turistas se agolpaban stmarphone en mano para intentar captar alguna imagen de las primeras damas. El rector de la catedral, Monseñor Patrick Chauvet, las guió por el interior mientras el enorme órgano del templo interpretaba el himno norteamericano.

{"zeta-legacy-video":{"videoId":"1433676"}}Con gestos de complicidad contemplaron el famoso rosetón norte -una magnífica vidriera del siglo XIII- la estatua de la Piedad, y la reliquia más venerada del Tesoro de la catedral: la santa corona de espinas de la Pasión de Cristo. Antes de abandonar Notre Dame, Melania Trump encendió una vela que depositó en el atril de las ofrendas y firmó en el libro de oro de uno de los monumentos más visitados de Europa.

Después, a bordo de una pequeña embarcación e igualmente flanqueadas por un fuerte dispositivo de seguridad, dieron un breve paseo por el Sena. Fue Brigitte Macron quien puso especial empeño en incluir ese recorrido fluvial –uno de los símbolos del encanto parisino- en la agenda de la primera dama norteamericana, quien por la mañana había visitado el hospital infantil Necker.

Allí, alternando frases en francés y en inglés, infundió ánimo a los pequeños pacientes. Sonriente, cuando le regalaron un ejemplar de ‘El Principito’ de Saint-Exupéry, dijo que lo guardaría para practicar el francés.

CENA EN LA TORRE EIFFEL

Melania Trump tuvo que renunciar, no obstante, a pasear por el barrio de Montmartre o a disfrutar del arte impresionista que alberga el museo de Orsay, dado que, según apuntan algunos medios franceses, los servicios secretos norteamericanos habían pedido cerrar la pinacoteca por razones de seguridad. Al parecer, sus homólogos franceses no accedieron a la demanda.

La primera jornada de la visita oficial de Donald Trump y su esposa Melania culminó con “una cena de amigos”, en palabras de Emmanuel Macron, en el prestigioso restaurante Jules Verne situado en la segunda planta de la Torre Eiffel desde la que se divisa una magnífica panorámica sobre París. Este viernes, Estados Unidos será el invitado de honor del tradicional desfile del 14 de julio, fiesta nacional francesa. Las tropas estadounidenses abrirán la parada militar para conmemorar el centenario de la entrada de Estados Unidos en la primera guerra mundial al lado de los aliados.