ENCUENTRO EN LA CUMBRE DEL G-20

Putin niega ante Trump haber interferido en las elecciones de EEUU

CARLES PLANAS BOU / HAMBURGO (ENVIADO ESPECIAL)

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¿Interfirió Rusia en las elecciones a la presidencia de Estados Unidos? Pese a haber evitado reiteradamente responder a esta pregunta frente a los medios de comunicación, el presidente de EEUU, Donald Trump, sí ha aprovechado la reunión bilateral que ha mantenido este viernes por la tarde en el marco de la cumbre del G-20 con su homólogo ruso, Vladímir Putin, su primer encuentro cara a cara, para "presionarle más de una vez" al respecto, según ha explicado el secretario de Estado de EEUU, Rex Tillerson. Pero el líder del Kremlin ha negado las acusaciones y ha reclamado que si hay pruebas de ello, que se presenten, ha relatado Tillerson. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha afirmado por su parte que Trump "ha aceptado la palabra" de Putin. Fuentes de la diplomacia estadounidense lo han desmentido de inmediato.

En otros aspectos del “vigoroso” intercambio de posiciones, ambos mandatarios han mostrado una mayor sintonía, y han acordado una tregua en el suroeste de Siria a partir de este próximo domingo. 

Si en su discurso pronunciado el jueves en Varsovia el presidente reconoció a medias que el Kremlin interfirió en las elecciones estadounidenses de octubre y le advirtió para que cese su “actividad desestabilizadora” en Ucrania, este viernes se ha visto a un Trump más retraído. “Es un honor estar contigo”, le ha dicho a Putin. El suave apretón de manos entre ambos, lejos del estilo brusco del presidente de EEUU, ha sido otra señal de distensión y de su “rápida conexión”. Tras Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, Donald Trump es el cuarto mandatario de EEUU con el que el presidente ruso se reúne.

El escándalo nixoniano por los vínculos de su campaña electoral con Moscú ha azotado constantemente a Trump desde que llegó a la Casa Blanca. Con unos niveles de popularidad que no llegan al 40% de aprobación, el presidente ha llegado a la cita internacional de Hamburgo consciente de la necesidad de volver a Washington con una imagen reforzada. Por eso, en su segundo viaje oficial a Europa Trump ha ido haciendo equilibrios entre la crítica a Moscú y una posición conciliadora y pragmática. El 'Rusiagate' va a seguir sin duda coleando. El alto el fuego en el suroeste de Siria, en cambio, beneficia a ambas partes.

ALTO EL FUEGO EN EL SUROESTE DE SIRIA

Según han avanzado fuentes de la Administración estadounidense a la agencia Associated Press, el acuerdo también cuenta con la participación diplomática de Israel y Jordania, dos aliados cercanos de Washington preocupados porque la violencia de la incesante guerra que azota Siria llegue a sus fronteras. La situación es especialmente delicada en la localidad de Daraa, una de las cuatro zonas de distensión acordadas entre Rusia, Siria, Irán y Turquía y donde esta alianza combate al grupo terrorista Estado Islámico.

Con respecto al anterior encuentro bilateral, el cara a cara entre Putin y Obama en septiembre del 2015, la ocasión ha servido para evidenciar un ligero acercamiento de posiciones entre dos potencias que hasta ahora han jugado papeles antagónicos en el conflicto sirio y que en los últimos meses han tensado la cuerda. Mientras Moscú apoya al presidente Bashar al Asad, el ataque con armas químicas contra civiles del pasado 4 de abril terminó de convencer a Trump para oponerse a que siga liderando el país en el futuro. “Cómo se irá aún está por determinar”, ha asegurado Tillerson.

ENCUENTRO ÍNTIMO

La reunión entre los dos machos alfa de la escena internacional ha coincidido con el encuentro que el resto de líderes del G-20 han mantenido sobre el cambio climático. En el encuentro también se han tratado temas como el libre mercado, la guerra de Ucrania, el terrorismo y la ciberseguridad o la creciente tensión con Corea del Norte por sus reiteradas pruebas con misiles, un terreno en el que tanto Rusia como EEUU apuestan por una desnuclearización del último régimen estalinista del mundo. Tampoco han trascendido detalles de lo dicho sobre las sanciones contra Moscú, aunque, según fuentes citadas por el diario británico ‘The Guardian’, Trump pidió a sus asistentes estudiar una relajación de estas.

El cara a cara, que se ha alargado de los 30 minutos previstos a dos horas y cuarto, se ha llevado a cabo en la más estricta intimidad. Así, ambos mandatarios han estado acompañado1s únicamente por Tillerson, Lavrov y dos intérpretes. En el último encuentro entre los responsables de la diplomacia, en abril, se evidenció que a pesar de los gestos aún había “un nivel de confianza bajo” entre Washington y Moscú, según Tillerson. Las divergencias sobre qué se ha dicho y qué no se ha dicho en Hamburgo no van a ayudar.

AVANCE CON MÉXICO

Unas horas antes, Trump se ha reunido también por primera vez con el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto. A pesar de que antes de la reunión el presidente de EEUU ha vuelto a asegurar que México pagará “absolutamente” la construcción del muro en la frontera que prometió durante la campaña, ese tema se ha obviado en su encuentro. La hostilidad entre ambas administraciones ha quedado aparcada temporalmente y los dos presidentes han acordado renegociar el acuerdo de libre comercio NAFTA para impulsar sus relaciones económicas.