CEREMONIA DE ADIÓS A UNA FIGURA HISTÓRICA
El primer funeral de Estado europeo despide a Helmut Kohl
En presencia de mandatarios de todo el mundo, el primer funeral de Estado europeo de la historia ha homenajeado este sábado en Estrasburgo la figura de Helmut Kohl, canciller alemán (1982-98) y uno de los principales artífices de la integración europea, fallecido el 16 de junio a los 87 años.
Sentados en los escaños que suelen ocupar los eurodiputados en la sede del Parlamento Europeo, ante el féretro de Kohl cubierto por una bandera europea y con el colofón del 'Himno de la Alegría', líderes mundiales como el presidente de Francia, Emmanuel Macron; el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu; el primer ministro ruso, Dmitri Medvédev; la primera ministra británica, Theresa May; la cancillera alemana, Angela Merkel, y el expresidente de EEUU Bill Clinton han despedido al arquitecto de la reunificación de Alemania unidos en una reflexión colectiva sobre la importancia de apostar por la reconciliación y la paz, una de las lecciones de Kohl.
EL LEGADO
"La historia un día también tendrá que juzgarnos a nosotros", ha apuntado Macron. Él y Merkel se han erigido como responsables de dar continuidad al legado de Kohl en la integración europea, que vive horas bajas y de la que el fallecido político alemán fue clave. Hasta el punto de jugarse el cargo en Berlín para defender un futuro con el euro y sin el marco alemán, como ha recordado el expresidente español Felipe González, quien ha pronunciado un discurso como amigo personal de Kohl.
González ha ofrecido, al igual que Medvédev y Clinton, unas palabras personales y sentidas, en las que ha destacado la "lealtad" de Kohl y su deseo de construir "una Alemania europea para que nunca más hubiera una Europa alemana". También han representado a España en la ceremonia los Reyes eméritos Juan Carlos y Sofía, así como el ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, el expresidente del Gobierno José María Aznar y el vicepresidente de la Eurocámara, Ramón Luis Valcárcel.
LÁGRIMAS POR EUROPA
"Estadista" y "gigante político" han sido algunos de los adjetivos que ha recibido el canciller del presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, y el de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker. El luxemburgués ha recordado las lágrimas que se le saltaron a Kohl en una cumbre europea en 1997 cuando se decidió la gran ampliación de la Unión Europea hacia el este.
Merkel, quien ha cerrado el turno de discursos, ha reconocido haber tenido "algunas discrepancias" con su padre político, si bien ha destacado que tanto ella como el resto de alemanes y europeos están en deuda con él. "Muchas de las cosas que ahora tenemos, como el euro, no habrían existido sin él", ha añadido.
El discurso más sentido a juzgar por la reacción en el hemiciclo ha sido el de Clinton, quien ha señalado con una sonrisa que Kohl, de gran apetito como él mismo, "adoraba ser alemán y adoraba ser europeo".
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