Temer recibe por escrito el interrogatorio de la policía de Brasil

La Policía Federal ha entregado a la defensa del presidente interino de Brasil, Michel Temer, un cuestionario con 84 puntos del Tribunal Supremo Federal en el marco de la investigación abierta por los presuntos delitos de corrupción pasiva, obstrucción a la justicia y asociación ilícita. Temer tiene 24 horas para contestar, pero puede ejercer su derecho de guardar silencio.

La mayoría de las preguntas tienen que ver con el audio que grabó de manera secreta el magnate del sector cárnico Joesley Batista, dueño de la empresa JBS, durante una conversación con el hombre que sustituyó a la expresidenta Dilma Rousseff. Pero, de acuerdo con la prensa de Sao Paulo, también hay en ese largo listado preguntas sobre la situación de uno de sus más cercanos asesores, el exdiputado Rodrigo Rocha Loures, del oficialista Partido del Movimiento Demócrata Brasileño (PMDB),  preso desde el pasado sábado.

Rocha Loures había sido filmado al recibir una maleta con 150.000 dólares, y fue detenido después de perder su inmunidad parlamentaria. Según las delaciones premiadas de ejecutivos de JBS, Rocha Loures habría sido designado directamente por Temer para recibir sobornos de la empresa a cambio de favores. Temer, a pesar de las evidencias, no dejó de considerar a su exasesor un hombre “decente” y puso en duda que formule una denuncia en su contra.

SOBORNO A CUNHA

La suerte de Temer dio un giro radical después de que se publicaran las grabaciones entregadas por Batista, de las cuales se desprenden que el mandatario provisional avala el pago casi 650.000 dólares en calidad de soborno al expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, otro de los conspiradores contra el anterior Gobierno, y actualmente en la cárcel. El silencio de Cunha sugiere que no saldrá de su boca nada referido a la trama de corrupción de la empresa pública Petrobras.

En este contexto, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inicia este martes un juicio por abusos de poder y financiación ilegal de la campaña del 2014 que permitió la reelección de Rousseff, con Temer como su vicepresidente. Si el TSE anula la elección, deberá luego definir cuál es la situación del actual mandatario: su salida inmediata del poder o que gobierne hasta agotar las instancias de apelación. En caso de que ocurra la primera hipótesis, el Congreso deberá elegir al nuevo presidente en un plazo de 30 días, para completar el mandato hasta finales del 2018. Para las próximas horas se espera la reactivación de las protestas bajo la consigna “Fuera Temer”.