LA BARBARIE YIHADISTA EN IRAK

El Estado Islámico tiñe de sangre el Ramadán con un doble atentado suicida en Bagdad

Dos ataques con coche bomba causan al menos 27 muertos y más de 100 heridos en dos céntricas zonas de la capital iraquí

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Un doble atentado reivindicado por el Estado Islámico (EI) en Bagdad ha teñido de sangre este martes las celebraciones del Ramadán. La explosión de dos coches bomba, uno en la medianoche y el otro por la mañana, provocó al menos 27 muertos y más de un centenar de heridos entre la comunidad chií, en unos momentos en que los yihadistas están cada vez más arrinconados en su antiguo feudo iraquí de Mosul.

Los dos atentados, cometidos en un lapso de diez horas, fueron perpetrados por terroristas suicidas que conducían coches bomba y, en ambos casos, se produjeron en zonas de mayoría chií, objetivo habitual de los terroristas del EI, en el centro de la capital de Irak.

En la primera explosión murieron al menos 16 personas y otras 11 resultaron heridas en la popular heladería Al Faqma (La Foca), por entonces abarrotada de familias que habían acudido a comer de noche, como es costumbre en el Ramadán después de guardar el ayuno en las horas diurnas. Entre las víctimas hay mujeres y niños, según fuentes consultadas por Efe, que no han podido precisar su número.

La heladería está situada en el distrito comercial de Karrada, una zona de mayoría chií donde en el último Ramadán, en julio del 2016, murieron cerca de 300 personas, en el peor ataque sufrido en Irak desde la invasión lanzada por EEUU en el 2003.

Horas después, el estallido de una segunda bomba ha causado al menos 11 muertos y 40 heridos en la céntrica zona de Al Shawaka, a pocos kilómetros de distancia de Karrada. La explosión ha tenido lugar junto al puente de Al Shohadaa y frente a la sede del Departamento de Pensiones Públicas.

El EI se ha atribuido la autoría de ambos atentados por medios de sendos comunicados, difundidos a través de la agencia Amaq, vinculada a los yihadistas, y por sus canales de Telegram. El grupo ha alegado que su objetivo era matar chiís, mayoritarios en Irak, pero considerados “apóstatas” o herejes por los yihadistas.

DERROTA PRÓXIMA

El vicepresidente iraquí, Osama al Nuyaifi, ha condenado los “cobades” atentados y ha afirmado que, con ellos, el EI está intentando “esconder su derrota” y las grandes bajas que están sufriendo en la batalla de Mosul, en el norte de Irak, cuya completa “liberación” está  “próxima”, ha asegurado Nuyaifi.

El doble atentado ha sucedido tres días después del comienzo del mes santo del Ramadán, una época en la que, en años anteriores, el EI ha alentado a sus seguidores a cometer atentados. También coincide con el inicio de la fase final de la ofensiva de las fuerzas iraquís contra los yihadistas en Mosul, una de las mayores ciudades del país y desde donde el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, proclamó el califato el 29 de junio del 2014.

LENTA OFENSIVA

En Mosul, los yihadistas resisten tan solo en un pequeño enclave del casco antiguo y el Ejército y la policía iraquí ya les ha arrebatado el resto de la ciudad, en una lenta ofensiva que se prolonga desde octubre y en la que reciben el apoyo aéreo de la coalición internacional liderada por EEUU.

El EI mantiene también bajo control grandes territorios en el oeste de Irak, en su mayoría zonas escasamente pobladas, además del centro y el este de Siria, donde está su capital ‘de facto’, Al Raqqa, asediada actualmente por una amalgama de milicias lideradas por kurdos apoyados por Estados Unidos.