Los presos palestinos suspenden la huelga de hambre tras 40 días de ayuno

Los reclusos han alcanzado un acuerdo con las autoridades israelís para detener la protesta

Manifestación de familiares de presos palestinos, el domingo.

Manifestación de familiares de presos palestinos, el domingo. / periodico

ANA ALBA / JERUSALÉN

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La huelga de hambre que seguían cientos de presos palestinos en cárceles israelís desde hacía 40 días se ha suspendido tras un acuerdo entre los reclusos y el Servicio de Prisiones de Israel (SPI), según han anunciado las autoridades israelís y han confirmado posteriormente las palestinas. En total, han sido 834 los reclusos que han cumplido los 40 días de huelga y 18 los que han tenido que ser hospitalizados por el deterioro de su estado de salud.

El movimiento palestino Al Fatá ha calificado el cese de la huelga -una de las más largas y secundada de las convocadas por los convictos palestinos- de “victoria de los presos”.

El SPI, que había anunciado que no negociaría con los presos, ha asegurado en un comunicado que el fin de la huelga de hambre se logró "con un acuerdo entre el Estado de Israel, la Cruz Roja y la Autoridad Nacional Palestina, ofreciendo a los presos de seguridad una segunda visita al mes de sus familiares que será financiada por el Gobierno palestino". El año pasado, el régimen de visitas era dos veces por mes.

"FIN DE LA TORTURA"

El aumento de las visitas familiares era una de las reivindicaciones de la huelga, denominada "Por la Libertad y la Dignidad". Los presos también solicitaban “el final de la tortura y los malos tratos durante los arrestos, los interrogatorios, el traslado y la detención, el fin de la política de confinamiento solitario que puede durar años, de la detención administrativa sin cargos y por tiempo indefinido y el respeto al derecho a la educación”, según un comunicado de la campaña internacional “Libertad para Marwan Barguti -líder de Fatá que cumple cinco cadenas perpetuas- y todos los presos palestinos.

El jefe del Comité de Asuntos de Presos, Isa Qaraqe y el presidente del Club de Prisioneros Palestinos, Qadura Fares, han afirmado en un comunicado conjunto que los presos suspendieron la huelga al alcanzar un acuerdo con el SPI tras más de 20 horas de negociaciones entre este servicio, Barguti y otros presos.

"UN PASO IMPORTANTE"

Un portavoz del SPI ha confirmado que Barguti dialogó con sus representantes, pero ha dicho que no consideran que a este diálogo se le pueda llamar “negociaciones”, ya que “no se han realizado concesiones” a los presos sino que se ha restablecido el sistema de visitas anterior.

En la rueda de prensa que han ofrecido en Ramala (Cisjordania) Qaraqe, Fares, Fadwa Barguti (esposa de Marwan Barguti) y el Yamal Muhesen, miembro del Comité Central de Al Fatá, no han especificado qué demandas de los reclusos se han aceptado, aunque han dicho que el acuerdo representa “un paso importante hacia el respecto total de los derechos de los presos palestinos”.

"El comité decidió suspender la huelga tras haberse dado respuesta a algunas de las peticiones palestinas, aunque aún quedan asuntos que se debatirán más adelante", ha señalado Fares. Todos han valorado el cese de la huelga como "un triunfo" de los reclusos.

CASI 6.500 PRESOS

Las autoridades penitenciarias israelíes han dicho que 1.578 presos palestinos de los casi 6.500 que cumplen condena en cárceles israelíes han participado de forma intermitente en la huelga de hambre. Muchos de ellos estaban vinculados al movimiento palestino Al Fatá, encabezado por el presidente palestino Mahmud Abás.

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) había pedido a las autoridades israelíes que encontraran una solución a la situación "para evitar la pérdida de vidas o daños irreversibles a la salud de los detenidos".

INTERCESIÓN DE EEUU

La campaña internacional Libertad para Marwan Barguti ha acusado a las autoridades israelís de “intentar romper al huelga de hambre por la fuerza, incluyendo incitamiento contra los presos y el líder de la huelga, medidas punitivas, confinamiento solitario y amenazas de alimentación forzosa, considerada una forma de tortura”.

Abás solicitó antes de ayer al enviado estadounidense a Oriente Medio, Jason Greenblatt, que intercediera para buscar una respuesta israelí a la huelga de hambre.

Desde que se inició, el pasado 17 de abril, palestinos de Cisjordania, Gaza y Jerusalén este han secundado días de huelga general en solidaridad con los presos y han llevado a cabo protestas y machas que han acabado con dos muertos (uno por disparos de soldados y otro de un colono) y más de cien heridos. También se han producido protestas ante las sedes del CICR, que tuvo que cerrar sus oficinas centrales en Ramala varios días.