Obama advirtió a Trump para que no contratara a Michael Flynn

El ex asesor de seguridad nacional, en el centro de las sospechas de la trama rusa, tuvo que dimitir en febrero

Michael Flynn, antes de la rueda de prensa de Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el lunes.

Michael Flynn, antes de la rueda de prensa de Trump y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, el lunes. / CB

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Dos días después de que Donald Trump ganara las elecciones en Estados Unidos, Barack Obama le desaconsejó que contratara a Michael Flynn, pero el entonces presidente electo ignoró su recomendación y le dio al general el cargo de consejero de seguridad nacional. Esta nueva revelación, publicada por la prensa estadounidense, añade un nuevo capítulo a la historia de Flynn, uno de los hombres en el centro de la llamada trama rusa. Flynn tuvo que dimitir tres semanas después de jurar el cargo tras conocerse que mintió al vicepresidente sobre sus contactos con el embajador ruso en Washington, unas conversaciones en las que discutió el posible levantamiento de las sanciones estadounidenses.

Las advertencias de Obama llegaron durante la primera reunión que mantuvo con su sucesor en la Casa Blanca para preparar el proceso de transición. Durante el encuentro, que duró unos 90 minutos, salió a colación el nombre de Flynn mientras se discutían cuestiones de personal y el demócrata trató de disuadirle para que no lo contratara. Por entonces, su preocupación no se derivaba de su cercanía a Rusia, según publica 'The New York Times', sino de los dos años que el general pasó al frente de la inteligencia militar. Aunque hay varias versiones al respecto, Obama despidió a Flynn en 2014 por su mala gestión de la agencia, así como por su tendencia para dar pábulo a teorías conspiratorias.

La Casa Blanca no ha hecho ningún intento de desmentir la información. “Obama dejó claro que no era exactamente fan de Flynn”, ha dicho el portavoz, Sean Spicer. También ha terciado el presidente a través de las redes sociales, culpando a Obama de haber renovado la autorización de seguridad de Flynn. “La Administración Obama concedió al general Flynn la más alta autorización de seguridad, pero a las Noticias Falsas raramente les gusta hablar de ello”. Trump ha sugerido además que fue Sally Yates, su fiscal general interina hasta que él mismo la despidió de forma fulminante a finales de enero, quien habría filtrado a la prensa “información clasificada” relacionada con Flynn. “Pregúntenle a Sally Yates, bajo juramento, si sabe cómo llegó a la prensa información clasificada poco después de que se la explicara al consejero de la Casa Blanca”, escribió Trump en Twitter.

INVESTIGACIÓN DE LA INJERENCIA RUSA

Precisamente Yates declara hoy ante el subcomité del Senado que investiga la injerencia rusa en las pasadas elecciones estadounidenses y los contactos del Kremlin con la campaña de Trump. Una oportunidad para saber más sobre los tejemanejes de Flynn y otros asesores del magnate como Carter Page. Yates es un personaje clave en el asunto porque a finales de enero le dijo al consejero legal de la Casa Blanca que Flynn había mentido sobre sus conversaciones con Rusia a otros miembros de la Administración y era susceptible de ser chantajeado por sus contactos rusos, una información que precipitó su caída. Aunque Yates no ha querido aclararlo, todo parece indicar que su departamento se enteró del contenido de las conversaciones al espiar a la embajada rusa. Flynn está siendo también investigado por el FBI. 

Durante la audiencia en el Senado, Yates ha mantenido vivas las sospechas que pesan sobre la campaña de Trump. La veterana jurista no ha respondido a la pregunta de si hay alguna prueba que demuestre que la campaña del republicano conspiró con Rusia para intervenir en las elecciones. “Para responder tendría que revelar información clasificada”, ha dicho después de que el ex director de la inteligencia nacional, James Clapper, respondiera con un “no” categórico a esa misma pregunta. Yates ha aclarado, sin embargo, que no se debería deducir que su incapacidad para responder implique una respuesta positiva.  

Lo que sí ha hecho es aclarar que informó a la Casa Blanca de las conversaciones de Flynn porque las explicaciones que estaban dando a la prensa otros miembros de la Administración, como Mike Pence, “no eran ciertas”. “El vicepresidente estaba haciendo declaraciones falsas al público estadounidense y el general Flynn había sido comprometido por los rusos”, ha dicho Yates.