LA CARRERA AL ELÍSEO

Macron se refuerza frente a Le Pen en un duelo televisivo de alta tensión

MARTA LÓPEZ / PARÍS (ENVIADA ESPECIAL)

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Fue la primera en hablar y entró a muerte. Con un ataque en toda regla a su rival, la candidata del Frente Nacional (FN) a la presidencia de FranciaMarine Le Pen, marcó el tono de agresividad bajo el que transcurrió el miércoles por la noche el debate cara a cara televisado que a cuatro días de las elecciones le enfrentó a Emmanuel Macron, candidato de En Marche! y claro favorito a sustituir al socialista François Hollande en el Elíseo. Los que esperaban un duelo de alto voltaje no fueron decepcionados: asistieron a  dos horas y media de tenso cuerpo a cuerpo en el que ambos candidatos enfrentaron sin ninguna concesión su visión de Francia y de Europa y sus programas diametralmente opuestos. Los sondeos inmediatamente posteriores a la celebración del cara a cara pusieron de manifiesto que Macron goleaba a su rival: 63% a 34%.

"Usted es el candidato de las finanzas, de la mundialización salvaje, de la precariedad, de la brutalidad social", fue el primer disparo de Le Pen, fiel a su estrategia de recordar el pasado de Macron como banquero de Rotschild y ministro de Economía de Hollande. Un ataque al que el candidato centrista respondió con idénticas armas, recordando un pasado del que la candidata trata de desmarcarse:"Usted es la auténtica heredera de un apellido, de un partido, de un sistema que prospera en la cólera de los franceses. Desde hace 40 años tenemos a los Le Pen candidatos".

El normalmente comedido Macron exhibió su lado más duro para responder uno por uno a todos los golpes que recibió de una candidata que siempre se ha mostrado más agresiva. "Usted dice todo lo que va mal, pero no propone nada. ¿No tiene nada que proponer?", le espetó. Y en cuanto a la imagen catastrofista que transmite Le Pen de Francia, Macron calificó a su rival de "candidata de la derrota" frente a "la candidatura de la conquista", la suya.

LA LUCHA ANTITERRORISTA

El cara a cara llegó a su momento de máximo voltaje al abordar la lucha antiterrorista, uno de los terrenos en los que Le Pen se mueve con mayor comodidad con sus recetas de mano dura en un país muy dolido por las más de 230 personas muertas en atentados yihadistas en dos años. Le Pen ha expuesto sus recetas ya conocidas: eliminación del espacio de libre circulación de Schengen, restablecimiento de controles fronterizos y "expulsión inmediata" de los sospechosos de radicalización. Y  Macron fue implacable al asegurar que estas propuestas llevan "a la guerra civil" en Francia.

Europa fue el otro de los grandes terrenos del enfrentamiento, en el que Le Pen y Macron demostraron estar más que nunca en las antípodas. La candidata que quiere diluir la idea de Europa y sacar a su país del euro chocó frontalmente con el candidato que desea reformar Europa para relanzarla. "El euro es la moneda de los banqueros, no de la gente", afirmó Le Pen, quien insistió en su última idea de la campaña: la convivencia de una moneda común europea para las transacciones internacionales con la vuelta al franco para los ciudadanos. Un proyecto que Macron calificó de "irrealizable" y  en todo caso letal para el poder adquisitivo de los franceses.

La economía ocupó también buena parte del debate. Macron volvió a defender la reforma laboral que está en el centro de su programa y que priorizará los acuerdos empresariales por encima de los sectoriales, una medida que, según diijo, "dará agilidad a las empresas y seguridad a los trabajadores". Para Le Pen, en cambio, se trata de una propuesta que solo traerá "precariedad" y fabricará "más parados".

Macron aseguró  entender la cólera de muchos de los electores franceses que votaron por el Frente Nacional pero le dijo claramente a Le Pen que no es ella la solución, que su "discurso del odio solo atiza la cólera".

MACRON GANA EN LOS SONDEOS

La agresividad de Le Pen forzó a Macron a elevar el tono, aunque sin perder la  la serenidad y frialdad ante el tono mitinero de algunas de las intervenciones de la dirigente ultra. Por primera vez desde 1981 –cuando tuvo lugar el segundo debate que enfrentó a François Mitterrand y Valéry Giscard d’Estaing– las cámaras volvieron a mostrar planos de los dos candidatos mientras hablaba el rival. Se vio a Macron escuchar, a Le Pen gesticular.

El cuerpo a cuerpo de dos horas y media de duración en horario de máxima audiencia puede no haber dejado indiferente a nadie, pero queda en el aire saber si habrá servido para movilizar al gran número de abstencionistas e indecisos que reflejan todavía los sondeos entre los electores que en primera vuelta apoyaron al candidato conservador, François Fillon, y al de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon. Macron gano el debate pero las encuestas sitúan la abstención entre el 22% y el 28%, lo que favorece a Le Pen en el tiempo de descuento.