Los laboristas, pillados en la trampa de May

Jeremy Corbyn

Jeremy Corbyn / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Con las elecciones del 8 de junio, Theresa May tiende una emboscada al partido laborista. Los conservadores han encargado su campaña a Lyton Crosby, quien llevó a David Cameron a la victoria en el 2015. Sus esfuerzos se dirigirán a hacerse con los escaños en las circunscripciones de los votantes laboristas, descontentos con Europa y con Jeremy Corbyn. “Claramente ha visto la oportunidad, ante la total descomposición del partido laborista, de aplastar cualquier oposición, a todo el que no esté de acuerdo con ella”, ha sido la interpretación de Nicola Sturgeon.

“(May) quiere quedarse con las manos libres para conducir al país cada vez más a la derecha”, ha afirmado la líder escocesa, para quien estos comicios "serán en gran parte sobre qué tipo de país queremos que Escocia sea, y determinarán el rumbo futuro de Escocia", con la mirada en el horizonte de un segundo referéndum de independencia, 

CORBYN ACEPTA EL RETO

Corbyn, pese a los negros augurios, ha aceptado inmediatamente el reto de May. “Doy la bienvenida a la decisión de la primera ministra de dar a los británicos la oportunidad de votar por un Gobierno que ponga por delante los intereses de la mayoría", ha declarado poco después del anuncio electoral. Corbyn, que este martes por la tarde ha dado un mitin en Birmingham, apenas ha mencionado el ‘brexit’ al hablar de los comicios. Ha anunciado que su prioridad será “poner a la mayoría en primer lugar”. Apostará por llevar en un mensaje antiausteridad, en defensa de la sanidad pública, la protección de los servicios sociales y la subida de los salarios más bajos. Sus enemigos dentro del partido ven el panorama  muy negro, pero al menos esperan que, si el batacazo es enorme, puedan librarse al fin del líder.  

Mejores perspectivas creen tener los liberaldemócratas de Tim Farrow, que apuestan por Europa y pretenderán aumentar su número de escaños con los votos de quienes consideran el ‘brexit’ un error.

EL UKIP Y ALREDEDORES

Nigel Farage, antiguo líder del UKIP, aún no ha decidido si volverá a la política nacional y se presentará como candidato. Quién si lo hará es el gran benefactor del partido, el multimillonario Arron Banks, quien se reunirá este miércoles con Farage para ultimar el plan. El UKIP de Paul Nuttail no sale de una crisis para meterse en otra y Banks, representante de la extrema derecha populista, había decidido crear su propia formación, ,la Alianza Patriótica, que iba a presentar  el 5 de mayo, un lanzamiento pospuesto tras el anuncio de May.

De acuerdo con un sondeo de urgencia realizado y publicado este martes por el instituto ICM, la mayor parte de los votantes, el 55%, creen que May ha hecho bien en cambiar de opinión y convocar una elección anticipada, frente al 15% contrario a la decisión. Entre estos últimos los más abundantes son votantes del UKIP. En ese mismo sondeo los conservadores obtienen el 46% de los votos, los laboristas el 25%, los liberaldemócratas un 11%, el UKIP el 8%, los Verdes un 4%.    

TUSK, CON HUMOR

En la oficina de la primera ministra sostienen que la elección no modificará la agenda del ‘brexit’. “Todo sigue como hasta ahora”, ha señalado un portavoz. Y desde Bruselas, el mismo mensaje. May ha hablado este martes con Donald Tusk sobre la cita electoral. “Una buena llamada de la primera ministra  sobre las próximas elecciones”, tuiteó el presidente del Consejo Europeo.

Más tarde, en otro mensaje Tusk comentó: “Fue Hitchcock quien dirigió ‘brexit’: primero un terremoto y la tensión aumenta”.