La huida turca

Dos mujeres con el cabello cubierto en una calle de Estambul.

Dos mujeres con el cabello cubierto en una calle de Estambul.

Javier Triana

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“¡Feliz aquel que se dice turco!” La máxima del padre de la patria, Mustafa Kemal Atatürk, parece haber perdido brillo estos días en el país eurasiático, donde las opiniones que disienten del discurso oficial encuentran cada vez menos espacio público, los partidarios del 'no' en el referéndum de reforma constitucional son tachados de enemigos de la patria y donde cada vez más habitantes se plantean emigrar debido a la dirección que está tomando Turquía bajo la batuta del autoritario Recep Tayyip Erdogan.

La idea ronda la cabeza de Onur Salk desde hace años, pero ahora ha encontrado la oportunidad de hacerlo. Este ingeniero de 38 años, casado y con un hijo, se mudará el mes que viene a Londres, donde espera encontrar “paz y tranquilidad”. “Ahora (en Turquía) hay un montón de asuntos, como el golpe de Estado y eso, así que es un buen momento para mudarse a otro país, supongo”, comenta a 'El Periódico'. “Queremos que nuestro hijo crezca en un ambiente multicultural”, apunta. Es solo uno de una decena de casos documentados por este diario y los entrevistados, votantes decididos por el 'no' en el referéndum, afirman conocer a mucha gente más en la misma situación.

VÍCTIMA DE LAS PURGAS

Una de ellas, y víctima de las purgas post-golpe, es Pinar Agaoglu, a quien echaron del trabajo y acusaron de vinculación terrorista sin aportar prueba alguna. “Hace más de 10 años, cuando estaba estudiando en España, me planteaba volver a Turquía después. No quería vivir en Europa, porque me apetecía terminar mi carrera en Turquía y trabajar por el bien de mi pueblo -relata la joven-. Ahora me arrepiento, ¿cómo iba a imaginar que un día mi país iba a llegar a este punto?” En cuanto encuentre una oportunidad laboral o de estudio, Agaoglu se marchará sin dudarlo. “No veo futuro en Turquía”, lamenta.

Agaoglu al menos conserva el pasaporte, porque las purgas han dejado a muchos sin el libreto y sin posibilidad de salir de las fronteras, por lo que algunos -golpistas, según la versión oficial turca- optan por el cruce ilegal a la vecina Grecia usando los cauces que utilizan los refugiados que llegan a Europa.

CRUZAR ILEGALMENTE A GRECIA

En febrero, dos familias turcas cruzaron ilegalmente Grecia a través del río fronterizo Maritsa en una bote hinchable. Según la policía helena, los turcos planeaban solicitar asilo una vez llegaran a suelo griego (como han hecho al menos 236 turcos desde la intentona golpista), ya que aseguraron estar perseguidos en Turquía. Cinco días después, otras dos familias fueron detenidas en la región turca de Meriç, fronteriza con Grecia, y el diario progubernamental 'Sabah' señaló que los varones estarían vinculados con la asonada y pretendían huir con sus familias.

Así las cosas, el resultado de las votaciones del domingo podría no solo decidir el futuro del país eurasiático, sino que también podría espolear las ganas de marcharse de multitud de turcos que no tienen cabida en la nueva Turquía de Erdogan.