EL FUTURO DE LA UNIÓN EUROPEA

Farage avisa de que Gibraltar puede romper las negociaciones del 'brexit'

La Eurocámara aprueba por amplia mayoría sus condiciones sobre el proceso de salida del Reino Unido

Farage gesticula durante el debate en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, el 5 de abril.

Farage gesticula durante el debate en el Parlamento Europeo, en Estrasburgo, el 5 de abril. / periodico

SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS

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El proceso de salida de Reino Unido de la UE ya está en marcha y la primera institución europea en poner sus condiciones ha sido este miércoles el Parlamento Europeo con la aprobación de una resolución -por 516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones- que establece sus líneas rojas en la negociación. Los eurodiputados exigen a Londres que respete los compromisos financieros y presupuestarios que ya ha asumido, recuerdan que no puede negociar en paralelo acuerdos comerciales con nadie hasta que no haya “avances sustanciales” en el divorcio y subrayan la importancia de no poner en peligro los acuerdos de paz de Irlanda del Norte.

Uno de los elementos, sin embargo, que más polémica ha suscitado durante el debate previo ha sido Gibraltar y el derecho de veto que el presidente de la UE, Donald Tuskha propuesto conceder a España en relación a la aplicación del futuro acuerdo comercial en el Peñón. Tal y como cabía esperar, los euroescépticos han puesto el grito en el cielo pero los grandes grupos políticos de la Cámara han cerrado filas con Tusk y con España.

“España no estará sola frente a Londres cuando se debata sobre Gibraltar” porque “los intereses españoles son los intereses europeos”, ha proclamado el líder del PPEManfred Weber. Su colega socialista, Gianni Pitella, ha recriminado por su parte el lenguaje bélico utilizado el pasado domingo por el exlíder de los conservadores, Michael Howard, sugiriendo que Theresa May podría actuar con Gibraltar como Margaret Thatcher lo hizo con las islas Malvinas. “Son palabras pronunciadas alegremente, espero que los británicos se den cuenta de a qué manos han ido a parar”, ha añadido.

ATAQUE DE LOS EUROESCÉPTICOS

El líder del Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) en la EurocámaraNigel Farage, se ha mantenido en sus trece. “La cláusula 22 del memorándum dice que España tiene derecho de veto de todo el acuerdo comercial si no están satisfechos con la soberanía de Gibraltar. Creemos en la autodeterminación nacional. Gibraltar es lo que puede romper las negociaciones. Estas exigencias son vengativas, malévolas y todo lo que puedo decir es que menos mal que nos marchamos”, ha avisado, calificando las exigencias de “vengativas” y “malévolas” y acusando a la UE de comportarse como si fuera una mafia. “No somos rehenes, somos libres y podemos marcharnos si nos da la gana”, ha añadido.

En la misma línea se ha pronunciado el líder actual de la formación, Paul Nuttall, que ha recordado que los gibraltareños “son británicos y orgullosos de serlo” como lo demuestra el hecho de que el 99% votó en el 2002 en contra de la soberanía compartida. “Eso debe respetarse. Envíen un mensaje claro de que Gibraltar no está en venta”. El conservador británico Ashley Fox ha recordado mientras tanto que “la soberanía de Gibraltar no forma parte de las negociaciones”, mientras que el socialista español Ramón Jáuregui ha insistido en la necesidad de buscar un acuerdo que sea fruto de la buena voluntad.

España no pretende hacer una guerra de soberanías con Gibraltar, pero hay un contencioso pendiente. No podemos admitir que en el siglo XXI haya una colonia en Europa. Tienen que entenderlo”, ha zanjado Jáuregui. “Se equivocan cuando quieren que cerremos el mercado único a Escocia pero pretenden dejarnos dentro a Gibraltar, que no es parte constitucional del Reino Unido y es un paraiso fiscal”, ha reprochado Esteban González Pons.

EL DIABLO, EN LOS DETALLES

Pese a este rifirrafe, al que han asistido el negociador de la UE, Michel Barnier, y el presidente de la Comision, Jean-Claude Juncker, el texto no menciona ni una sola vez al Peñón porque asumen que es una cuestión bilateral entre el Reino Unido y España. Los intentos además de introducir a última hora una referencia no han tenido éxito. Tanto Juncker como Barnier han abogado por unas negociaciones “amistosas” y “abiertas” en las que no haya espacio para “hostilidades” porque “si no llegamos a un acuerdo nadie va a ganar, todos vamos a perder”, ha recordado Juncker.

El excomisario francés, por su parte, ha admitido que “es en los detalles donde pueden aparecer los problemas” durante la negociación y ha defendido una estrategia clara, transparente, basada en la verdad y sin agresividad. “Tenemos la necesidad de decir la verdad y explicar qué supone dejar la UE de manera objetiva, sin agresividad”, ha reivindicado, defendiendo un proceso ordenado basado en la unidad que termine con la incertidumbre. “Cuánto antes nos pongamos de acuerdo sobre los principios de una salida ordenada, antes podremos preparar nuestra solución futura”, ha indicado. La Eurocámara no juega un papel protagonista en la negociación, pero su opinión será crucial porque tendrá que validar el acuerdo final.