Tres caras de la yihad centroasiática

El reciente atentado en el metro de San Petersburgo vuelve a poner sobre la mesa la influencia del Estado Islámico en las repúblicas exsoviéticas del centro de Asia. Actualmente no se sabe con certeza cuántos ciudadanos rusos y exsoviéticos han dejado sus países para unirse a las filas del Estado Islámico. Estos son algunos de ellos: 

SAN PETERSBURGO

Los servicios secretos de Kirguistán identificaron este lunes a Abjarzon Jalilov como el autor de la explosión en un convoy metropolitano peterburguense. El terrorista es un ciudadano ruso nacido en Kirguistán, una exrepública soviética mayoritariamente musulmana y aliada de Rusia.

El atacante suicida, que terminó con la vida de 14 personas tras hacerse estallar en el metro ruso, es un veinteañero originario de la ciudad kirguisa de Osh que adquirió la nacionalidad años atrás.

ESTAMBUL

Abdulkadir Masharipov fue identificado como el autor del atentado contra el club Reina en Estambul en el que murieron 39 personas la pasada Nochevieja. El atacante, de origen centroasiático, se hallaba junto a su hijo de 4 años cuando fue detenido por la policía turca.

El atentado, ejecutado con un arma automática, fue reivindicado por el grupo Estado Islámico, afirmando que era una venganza por la participación de Turquía en la guerra de Siria.

EL LÍDER MILITAR DEL EI

Gulmurod Jalimov, originario también de Asia Central, es el nuevo jefe militar del Estado Islámico y es otra prueba viviente de la radicalización en las exrepúblicas soviéticas. Jalimov, que fue formado en los centros de entrenamiento antiterrorista de Estados Unidos, es francotirador y ascendió hasta el rango de coronel. El yihadista fue nombrado comandante de los cuerpos antidisturbios y miembro de la guardia presidencial durante su periodo antiislamista.