CONVULSIÓN POLÍTICA EN EL PAÍS ASIÁTICO

El cese de la expresidenta Geun-hye abre una nueva etapa política en Corea del Sur

La destitución de la líder conservadora deja via libre a los liberales, favoritos en los sondeos y partidarios de mejorar las relaciones con Corea del Norte, para ganar las presidenciales

La expresidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, abandona la residencia oficial en Seúl.

La expresidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, abandona la residencia oficial en Seúl. / periodico

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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El camión de mudanzas en la Casa Azul simboliza el fin de una época en Corea del Sur. Al atardecer se llevaba los muebles de la residencia presidencial de Park Geun-hye, tan sólo dos días después de que el Tribunal Constitucional certificase su expulsión. Park siguió al camión en una limusina negra hasta su vivienda en el barrio de Samseong. Allí saludó con sonrisas a sus simpatizantes y expresó su certeza de que la verdad emergerá aunque necesite tiempo. Pronto tendrá la oportunidad para defenderse: privada ya de inmunidad, le espera un juicio por delitos como extorsión, abuso de poder, corrupción y nepotismo. Su futuro es sombrío.

El tribunal certificó un cese que el pueblo en masa le exigía desde hacía meses en multitudinarias protestas en Seúl. Sus críticos se juntaron de nuevo el sábado frente a la Casa Azul para celebrar su marcha y exigir el juicio cuanto antes. El país celebrará en mayo unas elecciones que devolverá a los demócratas al poder después de nueve años de gobierno conservador. El relevo genera la posibilidad de que Seúl suavice su política hacia Corea del Norte y apacigüe la ira china por el inminente despliegue de un escudo militar.

Todas las encuestas señalan ahora a Moon Jae-in, un abogado de derechos humanos que perdió por goleada en las últimas elecciones. Hoy ha expresado un discurso conciliador con Pyongyang en contraste con la línea dura vigente. Urge “abrazar y mantenerse unido con el pueblo norcoreano”, ha afirmado, aunque también ha recordado que Pyongyang es un “régimen dictatorial” que nunca aceptará. La incuestionable realidad, ha aclarado, es que Kim Jong-un es su líder y con él será necesario lidiar. Moon, calificado de “pro-norte” por sus detractores, ha mostrado su disposición a reunirse con Kim en Pyongyang.

ÚNICO CAMINO

La historia muestra que es el único camino. Moon estaba en el Gabinete del expresidente Roh Moo-hyun, artífice de aquella 'sunshine police' que defendía el acercamiento. También cita a menudo a su predecesor y Premio Nobel de la Paz, Kim Dae-jung. Las cumbres presidenciales permitieron que la península disfrutara de un raro periodo de paz durante la primera década del siglo y Moon ha culpado a los conservadores de arruinar el ambiente.

La más que probable victoria de los liberales plantea dudas sobre el escudo antimisiles estadounidense. Washington ya previó el riesgo adelantando un plan que contemplaba su envío en verano para que funcionara en diciembre. Las primeras piezas llegaron por sorpresa esta semana y podría estar listo en abril. Moon no se ha opuesto abiertamente pero ha acusado a Park de tomar la decisión de forma sumaria y exige que sea aprobado por el nuevo Gobierno y discutido en el parlamento. El escudo ha provocado los castigos económicos de China, que lo ve como una amenaza a su seguridad por más que Washington y Seúl prometan que sólo se defenderá de la amenaza norcoreana.