DIARIO DE A BORDO EN EL BARCO DE RESCATE DE OPEN ARMS

Una guardia en el puente del 'Golfo Azzurro'

EL PERIÓDICO, a bordo del 'Golfo Azzurro', la embarcación de rescate de inmigrantes de la oenegé Open Arms, da cuenta, a diario, de los pormenores de la misión número 11 en aguas del Mediterráneo central.

La embarcación llega a la zona de rescate frente a las costas de Libia y otear el horizonte con prismáticos es tarea fundamental durante los turnos de vigilancia

Labores de vigilancia en el 'Golfo Azzurro', la embarcación de rescate de inmigrantes de Open Arms, frente a la costa libia.

Labores de vigilancia en el 'Golfo Azzurro', la embarcación de rescate de inmigrantes de Open Arms, frente a la costa libia. / periodico

MONTSE MARTÍNEZ / A BORDO DEL 'GOLFO AZZURRO' (FRENTE A LA COSTA LIBIA)

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“¡Trípoli a la vista!”, se oye en el puente del ‘Golfo Azzurro’, el barco de rescate de inmigrantes de la oenegé Proactiva Open Arms en aguas del Mediterráneo central. Es sábado por la mañana y la tripulación encara el quinto día de la misión número 11.

En la proa ondea al viento una bandera pero ya no es maltesa sino libia. Cuestión de cortesía, una premisa en el mar. Pero tampoco está de más tener buena relación con los guardacostas libios, procedentes de un país sumido actualmente en el caos y, por lo tanto, imprevisible en todas sus facetas. “Nunca olvidamos comprar chocolate antes de zarpar para invitarles en caso de visita, metralleta en mano”, explica un miembro de la tripulación que ya se ha encontrado en esta situación. “Las relaciones siempre han sido cordiales”, añade.

Ya en la zona de salvamento y rescate -zona SAR- , a 12 millas náuticas de Libia (22 kilómetros, aproximadamente) , empiezan las guardias. Son cada tres horas y están integradas por tres personas, de tal manera que, en ningún momento del día, se relaja la vigilancia para detectar barcazas cargadas de inmigrantes que han salido de la costa libia con el objetivo de llegar a Europa por suelo italiano.

“Se trata de otear el horizonte con los prismáticos”, explica el jefe de misión, Guillermo Cañardo, para añadir: “Hay que estar por lo que hay que estar, es importante, porque, en ocasiones, una barca con decenas de personas a bordo puede ser un punto y, si no se está atento, puede pasar desapercibido”. Recuerda, en este sentido, el caso de un miembro de la tripulación de otra misión, acostumbrado a detectar atunes, que descubrió una barca con 120 inmigrantes cuando nadie veía nada.

PLATAFORMAS GASÍSTICAS

El ‘Golfo Azzurro’ pasa frente a dos plataformas gasísticas en la costa de Sabratha, a 60 kilómetros al oeste de Trípoli, en las que merece la pena detenerse para una explicación. Por la noche, están iluminadas y su resplandor es utilizado para engañar a los inmigrantes que están a punto de subir en la barcaza. “Aquello es Europa, Italia”, les dicen los jefes de las mafias, sin ningún pudor en abundar en la farsa. Las embarcaciones nunca llevan la gasolina suficiente como para llegar a Italia. De quedarse sin combustible, les espera la deriva. Si nadie les intercepta, la deshidratación, la hipotermia, la inanición y, en demasiadas ocasiones, la muerte. “Llegan a pagar hasta 300 y 2.000 dólares, dependiendo del tipo de embarcación y del punto de partida.

Continúan unas explicaciones básicas para poder leer la posición en caso de avistar embarcaciones: “Es muy importante tener noción de dónde se sale, dónde está tierra”. Con la vista, ayudados por los prismáticos, se pueden alcanzar hasta las cinco millas”. Anochece y la guardia visual pierde ya sentido hasta el alba. En su defecto, un radar puede interceptar las embarcaciones pero es muy difícil porque no llevan objetos de metal ni luces, por lo que son prácticamente indetectables. De haber luna llena, como hoy, podrán tener luz entre tanta tiniebla. Si no, la oscuridad más absoluta.

SIMULACRO CON ‘XAVI’ Y ‘CLARA’

Tras las explicaciones de cómo encarar la guardia, empiezan los simulacros de salvamento con las embarcaciones de rescate, ‘Xaxi’ y ‘Clara’. Se impone aquí una presentación de las RHIBS -lanchas rápidas- que salen escopeteadas de avanzadilla hacia la barcaza de inmigrantes nada más avistarla a la espera de que llegue el ‘Golfo Azzurro’.

La barca ‘Xavi’ se adquirió con los fondos obtenidos tras la subasta de un pequeño yate de recreo del jugador del F.C.Barcelona. Con su nombre se bautizó a la primera lancha rápida. ¿Y quién es Clara? Clara es una trabajadora de Aigües de Barcelona que empezó, a título particular, una campaña de recogida de ayuda para Open Arms y la empresa, al enterarse, pagó lo que faltaba para comprar la otra lancha. De ahí el nombre de ‘Clara’. En un mar en calma y acariciados por el sol, el simulacro de rescate se culmina con éxito. 

Vuelve a atardecer, otro regalo. El buen tiempo acompaña y es probable que, a media noche, entre las 12 y  las 3 horas, un grupo de personas se prepare en la costa libia para lanzarse al mar. Es la hora en que suelen hacerlo.