Los demócratas boicotean las nominaciones de Trump en el Congreso

Como respuestas, los republicanos cambian las reglas la cámara para facilitar sus nombramientos

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca en Washington

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una reunión en la Sala Roosevelt de la Casa Blanca en Washington / periodico

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Cuando el juez Neil Gorsuch fue nominado en 2006 por George Bush para ocupar la plaza en la corte de apelaciones del décimo distrito ni un solo demócrata se opuso a su designación. Tanto entonces como ahora se le consideraba un magistrado íntegro y bien preparado, por más que su perfil ideológico fuera eminentemente conservador. Pero ahora la situación ha cambiado. Tras perder la presidencia y el control del Senado en noviembre, la única cámara que quedaba en su poder, los demócratas se enfrentan al dilema de cómo proceder ante la transformación radical del país que ha emprendido Donald Trump. El partido sigue desconcertado, pero con la América progresista dispuesta a contestar en la calle cada una de las decisiones del presidente, empieza a perfilarse el mismo obstruccionismo que le dedicaron a Barack Obama los republicanos.  

La nominación de Gorsuch para ocupar la plaza vacante del Tribunal Supremo, anunciada el martes por Trump, les ha situado ante su principal prueba de fuego hasta la fecha. Las bases les reclaman una oposición frontal para evitar que el Supremo vuelva inclinarse hacia la derecha, recuperando el perfil que tuvo hasta la muerte del ultraconservador Antonin Scalia en febrero del 2016. No solo es una cuestión ideológica, sino también de principios porque, en un gesto sin precedentes y para algunos inconstitucional, los republicanos se negaron el año pasado a considerar si quiera al juez escogido por Obama para reemplazar a Scalia, el moderado Merrick Garland.

FURIA DE LOS CONTRIBUYENTES

“Los demócratas que no luchen se toparán con la furia de sus constituyentes”, dijo a modo de advertencia CREDO Action, una organización progresista que dice tener a cinco millones de activistas. Por el momento, la intención del partido pasa por forzar que la nominación tenga que decidirse con una mayoría cualificada de 60 senadores, lo que obligaría a los republicanos a conseguir ocho votos demócratas.  

“El juez Neil Gorsuch tendrá que demostrar que sus posiciones entran dentro del ‘mainstream’ judicial y que, en esta nueva era, está dispuesto a defender vigorosamente la Constitución de los abusos del Ejecutivo”, ha dicho el líder de los demócratas en el Congreso, Charles Schumer a modo de advertencia. Otros se han mostrado mucho más tajantes en su oposición a Gorsuch, un magistrado de la corriente ‘originalista’, partidaria de interpretar la Constitución de forma literal y ciñéndose al sentido que sus cláusulas tenían cuando fueron escritas hace más de 200 años. “Esta es una plaza robada”, ha dicho el senador Jeff Merkley. “Si recompensamos esta práctica en lugar de resistirla, sentaremos un peligroso precedente en nuestro sistema de gobierno”.

TENSIÓN EN EL CONGRESO

No será hasta abril cuando concluya el proceso para confirmar a Gorsuch, que tendrá que contestar antes a las preguntas de los senadores, pero la tensión en el Congreso se ha disparado en las últimas horas. Los demócratas han boicoteado la confirmación de dos de los miembros del Gabinete de Trump, ausentándose de los comités donde se decidía su suerte. Pero lejos de amilanarse, los republicanos han suspendido las reglas que prevalecen en estos casos y han procedido a confirmarlos sin los votos de sus rivales políticos. “Esto es una conspiración barata, deberían estar avergonzados”, ha dicho el republicano, Orrin Hatch.

Los conservadores se sienten omnipotentes en esta nueva era que empieza. El propio Trump ha recomendado a sus líderes en el Congreso que no acepten un voto por mayoría cualificada para confirmar a su juez en el Supremo. “Si nos quieren bloquear, yo diría que apostemos por la opción nuclear porque sería una vergüenza que un hombre de tanta valía no sea confirmado”. La llamada ‘opción nuclear’ es un recurso parlamentario para confirmar a los nominados por mayoría simple