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Italia golpea en las urnas a Renzi, que anuncia su dimisión

Renzi anuncia compungido su dimisión tras los resultados del referéndum, en el Palazzo Chigi, en Roma, en la madrugada de este lunes.

Renzi anuncia compungido su dimisión tras los resultados del referéndum, en el Palazzo Chigi, en Roma, en la madrugada de este lunes. / periodico

ROSSEND DOMÈNECH / ROMA

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Reacciones y últimas noticias tras la dimisión de Renzi

"He perdido yo, por lo que mi experiencia y la de mi Gobierno terminan aquí. Mañana veré al presidente de la República para presentar la dimisión". Media hora después de la medianoche, el primer ministro italiano, Matteo Renzi, compareció en público. "En Italia no pierde nunca nadie, pero yo soy diferente y en voz alta, aunque con un nudo en la garganta, asumo la responsabilidad de la derrota", declaró tras confirmarse los resultados del referéndum.

Renzi felicitó a quienes hicieron campaña por el 'no' en la consulta para la mayor reforma constitucional jamás intentada en Italia, que con el 92% de los votos escrutados conseguía el 59,7% contra el 40,3%, y afirmó que han obtenido "honores, pero también deberes", principalmente el de «hacer propuestas serias». «Ahora les toca a ellos», dijo.

 Vito Crimi, dirigente del opositor Movimiento 5 Estrellas (m5S), emplazó al Parlamento a votar "una nueva ley electoral en una semana", ya que el Tribunal Consdtitucional ordenó reformar la actual, e ir a elecciones «inmediatamente». El cómico Beppe Grillo, fundador del movimiento de los indignados, colgó en su web un vistoso "Adiós a Renzi" y un "gracias a los ciudadanos", porque "ha ganado la democracia". 

LA MADRE DE TODAS LAS REFORMAS

La afluencia a las urnas ha superado el 70%, cifra extremadamente alta incluso para Italia, después de que tanto la mayoría como la oposición política se volcaran en un referéndum que unos pintaban como la madre de todas las reformas para modernizar el país y los demás como un apocalipsis para la democracia. "Ahora comienza un período político complejo", afirmaron más o menos todos los analistas.

Con el rechazo a cambiar los 47 artículos de la Constitución que proponía el Gobierno, la organización institucional de Italia queda como estaba, pero con toda probabilidad cambiará la agenda política.Renzi, que después de tres años de gobierno buscaba consolidar su programa de cambios, optó por cumplir su promesa de dimitir si perdía, aunque se lo había exigido solo la Liga del Norte. La Constitución prevé que el presidente de la República consulte a los partidos y tome una decisión, que con toda probabilidad será la de emplazar a Renzi a una cuestión de confianza.

Si Renzi mantiene su dimisión, su partido, el PD (progresista), como fuerza mayoritaria, deberá proponer otro candidato. A su vez este deberá consultar a los partidos y decidir si acepta el encargo, lo que conllevaría un periodo de vacío de poder y de inestabilidad que no quiere nadie, ni en Italia ni en Europa.

Lo que nadie puede prever, pero sí temer, es que con la apertura de las bolsas este lunes se produzca una debacle del mercado bursátil y que a causa de la inestabilidad política consiguiente al éxito del “no”, se dispare la prima de riesgo (actualmente a unos 180 puntos respecto a los bonos alemanes). En este caso, el Banco Central Europeo (BCE) ya está listo para comprar a mansalva titulos del Estado italiano con el fin de impedir un ensañamiento de la especulación internacional. Aun así, la UE contiene el aliento ante los efectos económicos, políticos y para el proyecto europeo de una eventual caída de Renzi.

LAS CONSECUENCIAS

La mayor consecuencia financiera, interna pero con capacidad de irradiar inestabilidad a toda la UE, será contra el plan ya en marcha para sanear entre ocho y diez 10 entidades bancarias del país, entre ellas varias cajas de ahorros en  fase de transformación  a bancos, y la recapitalización de todas ellas, lo que actualmente no se puede hacer con ayudas estatales sino solo recurriendo a los mercados, que podrían desentenderse del proyecto armado por Renzi.

Cara a Bruselas, las presiones de Renzi para superar el déficit (2,4% en lugar de 2,2%) a causa de los terremotos del verano y del peso de la inmigración subsahariana en el país (170.000 personas en el 2016), perderá fuelle, con una consecuencia inmediata, prevista ya en la próxima semana: la exigencia de la UE de que Italia reformule, disminuyéndolos en un 0,1 o un 0,2% (entre 15.000 y 30.000 millones), los presupuestos del 2017.

En el ámbito político, la derrota de la reformas de Renzi envalentonará a la minoría izquierdista de su partido, que ha votado 'no' a los cambios constitucionales, y puede provocar un cambio de rumbo político de los progresistas.