Alessandro Pace: "La reforma constitucional en Italia es ilegítima"

El presidente del comité por el 'no' en el referéndum niega que su posición sea inmovilista

Alessandro Pace

Alessandro Pace / periodico

IRENE SAVIO / ROMA

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A sus 81 años, el profesor Alessandro Pace, experto en Derecho Constitucional, es el presidente del principal colectivo de centroizquierda que se opone a la reforma constitucional que impulsa el primer ministro italiano, Matteo Renzi, el llamado comité por el ‘no’

¿Qué le inquieta más de esta reforma?

Lo más inquietante es que se llevó adelante a pesar de que en el 2014 el Tribunal Constitucional declaró la inconstitucionalidad de la vieja ley electoral, que se usó para elegir al actual Parlamento en las elecciones del 2013. Es gravísimo. El Parlamento ha ignorado que no está legitimado y que por tanto no debería haber promovido una reforma de este calado.

Su comité también ha criticado los contenidos de la reforma.

Los peores aspectos tienen que ver con el Senado. Se prevé que los senadores dejen de ser elegidos por los ciudadanos y pasen a serlo entre los consejeros regionales, y eso es una violación del artículo 1 de la Constitución, que dice que la soberanía pertenece al pueblo. Segundo, el Senado es reducido de 319 a 100 miembros, mientras que la Cámara de Diputados mantiene sus 630. Esto significa que de facto el Senado es despojado de su función de contrapeso democrático.

Pero la reforma también es una superación de la Constitución de 1947, cuando el poder se fragmentó ante el temor de que surgiese otro dictador como Benito Mussolini. Hoy las circunstancias históricas son otras.

La cuestión no es esa. Es una reforma ilegítima, pues no es una revisión parcial, como prevé el artículo 138 de la Carta Magna. Es una reforma que modifica más de 40 artículos, que cambia la soberanía popular, la forma de Gobierno y de Estado, los derechos sociales. 

¿Qué relación tiene con la nueva ley electoral?

Eliminando el Senado y disminuyendo el espacio de la oposición, surge un problema democrático. La nueva ley electoral prevé que un partido que gane las elecciones con el 30% pueda tener 340 escaños en la Cámara de Diputados. Además, establece que los reglamentos de la oposición se aprueben por mayoría absoluta en el Parlamento, donde esas fuerzas tienen una representatividad insuficiente.

Si gana el ‘no’ ¿no teme el colapso de Italia, del Gobierno de Renzi y del PD?

Esto no lo sé. Fue él quien en diciembre del año pasado dijo que dimitiría si perdía, así ligó el resultado del referéndum a su supervivencia política. Frente a esta situación, es lógico que los institutos financieros se aprovechen. Dicho esto, nosotros no estamos a favor del inmovilismo. Estamos en contra de cómo se ha hecho esta reforma.