Un español detenido en Marraquech por homosexual

1280px-maroc marrakech jemaa-el-fna luc viatour

1280px-maroc marrakech jemaa-el-fna luc viatour / periodico

BEATRIZ MESA / RABAT

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El comunicado oficial no existe, pero desde que los islamistas del PJD encabezan el gobierno de Marruecos, parece que la presión contra los homosexuales ha aumentado de manera notable en Marraquech, ciudad señuelo desde hace décadas para turistas atraídos por los casi 365 días de sol que ofrece la urbe, a los pies del desierto marroquí. No solo ha aumentado la vigilancia policial, sino también la social. Así lo prueba la detención de un español, de 70 años, que junto con su pareja marroquí, de 23 años, permaneció retenido en las dependencias policiales desde el pasado lunes por homosexualidad, como informó la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH). Anoche, el ciudadano español quedó en libertad, sin cargos y con el pasaporte en mano.

Fue la limpiadora del hotel donde se hospedaba el hombre español quien le delató inicialmente. La mujer le encontró compartiendo habitación con otro hombre y se lo explicó al gerente del hotel, que a su vez no tardó en avisar a las autoridades policiales. El arresto de ambos fue inmediato y durante tres días sobre el ciudadano español pesó el riesgo de ser castigado hasta a tres años de cárcel, la condena que Marruecos contempla para las relaciones de pareja del mismo sexo. Para el español quedó finalmente en un susto, no así para el marroquí. “El hombre español está suelto en la ciudad y ahora depende de él si vuelve a España o permanece en el país magrebí”, informaron fuentes del Ministerio del Interior español a EL PERIÓDICO.

De haber pasado a disposición judicial, se habría convertido en el primer español enfrentándose a una condena en Marruecos por homosexualidad. La mayoría de los presos españoles se encuentran en la cárcel por delitos relacionados con el tráfico de drogas y lo que cuentan desde la prisión es desolador: suciedad, hacinamiento e infecciones. La detención del español en Marraquech se realizó sin informar a los servicios consulares de España en Rabat, algo que no vulnera la legalidad. La ley solo obliga a hacerlo cuando lo solicita el afectado y en este caso no se ha producido. El hombre actuó “desde el pudor y la vergüenza y prefirió arreglarlo de otra manera”, afirmaron las mismas fuentes de Interior. 

La ciudad de Marraquech es conocida por atraer turismo sexual internacional y, en especial, por servir de lugar de asueto para parejas homosexuales; sin embargo, estas relaciones se llevan a cabo en la más estricta intimidad precisamente por las severas condenas de la ley marroquí. El artículo 489 del Código Penal castiga con penas de entre seis meses y tres años la comisión de “actos contra natura con individuos del mismo sexo”. Este artículo se aplica igualmente para nacionales y extranjeros; no obstante, en la mayoría de las ocasiones las autoridades marroquís resuelven este expediente, cuando se trata de extranjeros, expulsándolos directamente del país. 

La detención del ciudadano español ha coincidido este mes de noviembre con el arresto, también en Marraquech, de dos chicas marroquís, menores de edad, que fueron sorprendidas por un conocido de ambas mientras se besaban en la terraza de una vivienda. Las dos jóvenes, Sanna de 16 años y Hajar de 17 años, se enfrentan a un juicio acusadas de homosexualidad.

Pero sin duda, el caso de homofobia que en el último año más reacciones de protesta ha suscitado en las redes sociales y entre las organizaciones de defensa de los derechos humanos ha sido el de dos hombres marroquís que tras ser descubiertos yaciendo en la misma cama, fueron agredidos por los vecinos de su localidad de Beni Melal (centro de Marruecos). No solo sufrieron el linchamiento por parte de algunos ciudadanos del municipio sino que además fueron humillados públicamente al difundir en internet imágenes de ellos grabadas por sus teléfonos móviles. La persecución en Marruecos de la homosexualidad no solo es penal, también social como dan cuenta los diversos foros de Internet que intentan desde la clandestinidad normalizarla, como lesbiennesdoumaroc.net o gaymaroc.net.