La oposición de Venezuela mantiene su exigencia de una salida electoral pese al pacto con el Gobierno

Reunión de la mesa de diálogo, en Caracas

Reunión de la mesa de diálogo, en Caracas / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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Los acuerdos alcanzados por el Gobierno y la oposición de Venezuela en la mesa de diálogo son tan frágiles como una hoja otoñal. Con la mediación del Vaticano, la UNASUR y el expresidente de España José Luis Rodríguez Zapatero, las partes pactaron la iberación de “personas detenidas”, el respeto a la “autonomía” del Congreso, la elección de dos nuevos rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE) y medidas para garantizar el abastecimiento de medicinas y alimentos. Pero por ahora ha quedado al margen el principal objetivo de la Mesa de Unidad Democrática (MUD): una salida electoral a la crisis, ya sea por la vía de elecciones anticipadas o mediante el referéndum revocatorio del presidente Nicolás Maduro. “Se reactiva la agenda de calle”, dijo su portavoz, Jesús 'Chuo' Torrealba. La MUD, añadió, tiene “la responsabilidad de llegar a acuerdos y cumplirlos”. Torrealba dudó de que el chavismo quiera hacer lo mismo. 

No toda la oposición está satisfecha con lo que ocurre en la mesa de diálogo. El movimiento estudiantil opinó que sus resultados son insuficientes. María Corina Machado, que expresa a los sectores más duros de la MUD, dijo que se ha cedido a las pretensiones del Gobierno. “¡La mesa es otro espacio de lucha!. Lo que quiere toda Venezuela aún no se ha logrado”, dijo el gobernador del estado de Miranda, Henrique Capriles, para calmar los ánimos. Roy Chaderton, que representa al Gobierno en la mesa, llamó a todos a bajar el tono. Ambos, dijo, tendrán que hacer “sacrificios” porque eso es “natural” en las negociaciones.