LA GUERRA EN SIRIA

EEUU se lanza a por la capital del Estado Islámico

El Pentágono ultima la ofensiva sobre Raqqa, el feudo sirio del grupo yihadista

Familias desplazadas por la ofensiva gubernamental contra Mosul.

Familias desplazadas por la ofensiva gubernamental contra Mosul.

EVA CANTÓN / PARÍS

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Una semana después de lanzar la batalla de Mosul, la coalición internacional contra el autodenominado Estado Islámico (EI) tiene ya en su punto de mira la ciudad de Raqqa, el bastión yihadista del noreste de Siria. Las dos campañas militares se llevarán a cabo de manera paralela, sin esperar a la caída de Mosul, y ya se han iniciado los preparativos para aislar la ciudad siria, según adelantó ayer el secretario norteamericano de Defensa, Ashton Carter. «Habrá una superposición de las dos campañas. Estamos preparados para ello», dijo Carter en París junto a su homólogo francés, Jean Yves Le Drian.

Ambos participaron en una reunión a la que asistieron los titulares de Defensa de 13 países occidentales miembros de la coalición: Reino Unido, Holanda, Australia, Italia, Alemania, Dinamarca, Noruega, Bélgica, Nueva Zelanda, Canadá y España. En el encuentro se examinó el curso de la operación militar contra Mosul llevada a cabo por el Ejército iraquí y los peshmergas kurdos, una ofensiva que avanza con arreglo a la planificación inicial.

ETAPAS / También se analizaron las etapas posteriores a la caída de la ciudad iraquí, en manos del EI desde junio del 2014 y el escenario que la coalición quiere evitar a toda costa: la dispersión de los combatientes en otros territorios. De momento, ni Estados Unidos ni Francia se han aventurado a prever cuál será la reacción de los yihadistas cuando caiga Mosul.

Una de las hipótesis es que endurezcan sus ataques contra las fuerzas iraquís con grupos reducidos de combatientes multiplicando la colocación de minas y artefactos explosivos. Francia cree que el EI está a la defensiva, pierde terreno y sus infraestructuras y ejes logísticos se han visto muy afectadas por los ataques llevados de la coalición desde el 2014.

«No ha caído pero vacila y por eso conviene incrementar los esfuerzos», destacó Le Drian, persuadido de que la caída de Mosul supondrá un serio revés para los yihadistas por la carga simbólica de la ciudad en la que proclamó el llamado califato y la pérdida de recursos para seguir ganando terreno.

Al igual que Mosul, Raqqa supone un objetivo estratégico para los aliados occidentales, por el riesgo de que intenten enviar nuevos comandos terroristas a los países miembros de la coalición. «El nivel de la amenaza sigue siendo muy elevado», advirtió el ministro francés.

La estrategia de la coalición en Raqqa será la de recurrir a fuerzas locales todavía sin determinar para lograr una «derrota duradera» del EI que no podría lograrse con fuerzas exteriores, explicó Carter. Otro de los objetivos es mantener la cohesión de la coalición para neutralizar totalmente al EI e impedir que se haga fuerte en Libia u otras zonas de África. «Pelearemos contra la metástasis del EI en Libia», advirtió el responsable norteamericano.

ANTICIPARSE / En la apertura de la reunión, el presidente francés, François Hollande, pidió «anticiparse» a las consecuencias de la caída de Mosul y extremar la vigilancia ante el retorno a sus países de origen de los combatientes extranjeros del grupo terrorista. Según fuentes francesas, de los entre 4.000 y 5.000 yihadistas que combaten en Mosul, unos 300 serían franceses y otros tantos se encontrarían en Raqqa.

«La reconquista no es un fin en sí mismo. Desde ahora debemos anticipar las consecuencias de la caída de Mosul», señaló Hollande, que insistió en fijar las próximas etapas de la ofensiva. «Debemos lograr que el EI sea erradicado de todos los sitios para que no constituya ninguna plaza fuerte». Aunque la destrucción del EI en Irak y Siria podría terminar con la destrucción física del autoproclamado califato, la amenaza de nuevos atentados obligará a luchar contra las redes financieras, la propaganda en internet y a detener el flujo de combatientes extranjeros. Acciones que se llevarán a cabo de manera paralela a la ofensiva militar.

«La amenaza estaba ahí antes de la toma de Mosul y estará después, pero en condiciones diferentes porque la concomitancia de la conquista de Raqqa le debilitará más», señaló el titular de Defensa francés.