Trump, ¿game over?

Imagen del vídeo con los comentarios machistas de Trump publicado por 'The Washington Post'.

Imagen del vídeo con los comentarios machistas de Trump publicado por 'The Washington Post'. / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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{"zeta-legacy-key":{"title":"Las claves de la noticia","keys":[{"title":"Encuestas","description":"\u00a0En la media de sondeos nacionales de Real Clear Politics Clinton lleva un 4,6% de ventaja a Trump (47,5 frente a 42,9%). La ventaja se acorta a 3,2% cuando entran el candidato libertario y la verde. Tambi\u00e9n la dem\u00f3crata lleva ventaja en valoraci\u00f3n. Aunque la desaprueban el 53,1%, a Trump le suspenden el 58.4%\u00a0\u00a0"},{"title":"Estados bisagra","description":"\u00a0M\u00e1s importante que los sondeos nacionales son los de los estados bisagra. De los 14 que sigue Real Clear Politics, en 11 la ventaja es para Clinton, incluyendo en Florida. Trump solo va por delante en Ohio, Iowa y Arizona. Habr\u00e1 que estar pendiente de los pr\u00f3ximos sondeos, que reflejar\u00e1n el esc\u00e1ndalo y el segundo debate.\u00a0"},{"title":"Indecisos","description":"\u00a0Nunca est\u00e1 claro cu\u00e1ntos son pero son clave para cualquier victoria. Son los indecisos, que en este momento, seg\u00fan datos recientes, ser\u00edan entre el 8% y el 11% de los votantes registrados. Hay tambi\u00e9n un grupo espec\u00edfico de indecisos que debe preocupar a Trump: de los pastores protestantes, el 40% no saben si le apoyar\u00e1n.\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0"},{"title":"Mujeres","description":"\u00a0Clinton ya iba 20 puntos por delante entre las mujeres, con un 53% de apoyo frente al 33% de Trump. El \u00faltimo esc\u00e1ndalo de su rival puede darle tambi\u00e9n el apoyo de las casadas, que se llevaron tanto Mitt Romney como John McCain frente a Barack Obama (53-47%). El \u00faltimo dem\u00f3crata en lograr la mayor\u00eda de ese grupo fue Bill Clinton en 1996.\u00a0\u00a0"},{"title":"Wikileaks","description":"\u00a0El esc\u00e1ndalo de Trump ha enterrado pr\u00e1cticamente la cobertura de otro potencial, de naturaleza muy distinta, de Hillary Clinton. El viernes public\u00f3 extractos de discursos pagados de la dem\u00f3crata a firmas de Wall Street y en ellos defiende el libre comercio sin restricciones y dice frases como \u201cnecesitas tener una posici\u00f3n p\u00fablica y una privada\u201d.\u00a0\u00a0"}]}}

Con la experiencia de los últimos 17 meses, conviene mucho guardarse de dar a Donald Trump por acabado en su asalto a la Casa Blanca por más que los escándalos parezcan ser cada vez mayores y se vayan acumulando. El perfecto candidato teflon ha superado una tras otras polémicas que en el pasado habrían hundido a cualquier otro aspirante a llegar a la presidencia de Estados Unidos, desde descalificar a un héroe de guerra hasta insultar a la familia de un soldado muerto. Pero esta vez quizá, solo quizá, las cosas sean diferentes. Y todo por un vídeo que ratifica lo que ha estado claro siempre, que Trump es un machista que insulta a las mujeres y las trata como objetos, pero eleva la conciencia de que su conducta puede ir más allá de un lascivo e insultante sexismo. En sus propias palabras (“Las empiezo a besar (...) Ni siquiera espero”.) Trump se presenta como un agresor sexual.

La tormenta desatada desde que el viernes The Washington Post publicara el vídeo del 2005, donde no hay imagen de la parte más demoledora pero sí sonido ("cuando eres una estrella ellas te dejan hacer. Puedes hacer lo que quieras. Cogerlas por el coño. Cualquier cosa".) no tiene comparación con las de anteriores escándalos. Y en buena parte su trascendencia va más allá de que que le esté haciendo perder apoyos de algunos de los políticos republicanos y muchas críticas de los que hasta ahora habían decidido seguir dándole respaldo resistiéndose a la marea de abandonos. La clave de su importancia está en el momento en que llega, cuando queda exactamente un mes para las elecciones del 8 de noviembre.

Este domingo, además, Trump tiene su segundo debate con Hillary Clinton. Y si el duelo en San Luis (Misuri) ya era importante para el empresario tras su mala actuación en el primer cara a cara y después de dos semanas de caída en las encuestas, un renovado escrutinio de su Fundación e informaciones que arrojan dudas de que haya pagado impuestos durante años, ahora se convierte en una prueba de fuego.

“NO ABANDONO”

Trump está dispuesto a enfrentarla y parece que se cree capaz incluso de superarla. Porque aunque desde el viernes han resurgido, y con más fuerza, las voces republicanas que le llaman a abandonar y pasar el testigo a su candidato a vicepresidente, Mike Pence, así como las que piden al Comité Nacional Republicano que recurra a una norma nunca utilizada (y de legalidad cuestionable) y lo retire o busque otras fórmulas, Trump insiste en que sigue adelante.

“Nunca me retiraría. No me he retirado en mi vida. No, no abandono esta carrera Tengo tremendo apoyo”, le ha dicho en una entrevista telefónica desde la Torre Trump este sábado a The Washington Post, en la que ha asegurado haber recibido “miles y miles” de mensajes instándole a seguir.

Trump ha minimizado también las retiradas de respaldo público de políticos republicanos como la senadora Kelly Ayote y el representante Jason Chaffetz. Y afirma que consigue mantener al partido tras su candidatura por enfrentarse a Clinton. “No puedo decir que fuera igual si me presentara contra otra persona, pero hacerlo contra ella lo hace mucho más fácil”, le ha dicho al Post.

Lo cierto es que tras la decisión de algunos están sus propios intereses, pues los escándalos de Trump puedan complicar sus opciones en sus propias elecciones para renovar escaños o cargos. Y los dos máximos representantes del poder de los conservadores en EEUU (el presidente del Congreso, Paul Ryan, y el del Comité Nacional Republicano, Reince Priebusno han retirado su apoyo a un candidato tan complicado pero su candidato al fin y al cabo.

Tanto Ryan como Priebus han condenado el trato de Trump a las mujeres y el primero canceló una aparición con él en un acto electoral el sábado en Wisconsin (donde el propio Trump también anuló su participación), pero no han dado el paso de abandonarle. De hecho Priebus ha estado el sábado con Trump preparando el debate en Nueva York y el Comité ha negado haber organizado una reunión para buscar alternativas a su candidatura. Las opciones de hacerlo, según análisis de varios expertos, son en cualquier caso imposibles o ilegales. El voto anticipado ya ha comenzado en varios estados, incluyendo Carolina del Norte y Florida.

DESAFIANTE

Trump ha tratado de minimizar el impacto del escándalo, que puede empeorar aún más su pobre valoración entre las votantes y que podría contribuir a dar a Clinton un grupo que los demócratas no consiguen desde que su esposo lo ganó en 1996: el de las mujeres casadas. Pero ha mantenido, además, su tono desafiante. En su primera disculpa tras la emisión del vídeo, un breve comunicado donde solo pidió perdón “si alguien se ha ofendido”, minimizó lo dicho como “charla de vestuario” y llegó a asegurar, sin nada con que demostrarlo, que Bill Clinton le ha dicho cosas “mucho peores en el campo de golf”.

En la segunda disculpa, un vídeo de minuto y medio que colgó en Twitter, no solo defendió que “cualquiera que me conoce sabe que estas palabras (del vídeo) no reflejan quién soy” y prometió “intentar ser un hombre mejor mañana”, sino que redobló los ataques al expresidente demócrata (“de hecho ha abusado de mujeres”) y a su rival. “Hillary ha acosado, atacado, avergonzado e intimidado a sus víctimas” (de Bill Clinton), dijo. “Hablaremos esto más en los próximos días. Nos vemos en el debate del domingo”.

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