SENTENCIA PIONERA

El TPI condena a 9 años de cárcel a un yihadista por la destrucción de mausoleos en Tombuctú

Es la primera vez que el tribunal penal internacional dicta una pena por un ataque al patrimonio de la humanidad

Ahmad Al Faqi Al Mahdi el primer día de su juicio por crímenes de guerra en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, el lunes 22 de agosto.

Ahmad Al Faqi Al Mahdi el primer día de su juicio por crímenes de guerra en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, el lunes 22 de agosto. / periodico

AGENCIAS

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El Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya ha condenado este martes a 9 años de prisión al yihadista Ahmad Al Mahdi Al Faqi, alias 'Abú Turab', juzgado por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú (noroeste de Mali). Es la primera vez que un Tribunal Penal Internacional dicta una condena por destrucción de patrimonio, considerada un crimen de guerra.

La condena ha tenido en cuenta cinco circunstancias atenuantes, incluida la admisión de culpabilidad de Al Mahdi, explicó al leer la sentencia el juez filipino Raul Cano Pangalangan.

El juez constató que el yihadista obedeció en el 2012 las órdenes del grupo terrorista Ansar al Din de destruir nueve mausoleos y la puerta de una mezquita que eran patrimonio de la humanidad.

PATRIMONIO MUNDIAL

En total fueron 14 los mausoleos de santos musulmanes destruidos o saqueados en Tombuctú por los grupos yihadistas que dictaron su ley en el norte de Mali desde inicios del 2012 hasta la operación militar internacional, a iniciativa de Francia, que los ahuyentó en el 2013.

Tombuctú, conocida como 'la ciudad de los 333 santos', alberga numerosas tumbas y mausoleos dedicados a santones y eruditos sunís, lo que siempre ha suscitado el rechazo del islam suní más rigorista, que considera idolatría y herejía toda forma de culto que se aleje del más estricto monoteísmo. La Unesco declaró la ciudad Patrimonio Mundial en 1988.

En el 2014 y el 2015 se desarrolló un programa de reconstrucción impulsado por la Unesco y financiado por varios países e instituciones. El pasado mes de febrero, la ciudad recuperó sus santuarios, reconstruidos con fidelidad al original. El 19 de septiembre, la puerta de la mezquita, restaurada, ha sido reinstalada.