Ocho claves para entender qué está en juego la cumbre de la UE en Bratislava

Donald Tusk habla ante la prensa tras conocerse los resultados del referéndum británico, este viernes.

Donald Tusk habla ante la prensa tras conocerse los resultados del referéndum británico, este viernes. / periodico

SILVIA MARTINEZ / BRATISLAVA (ENVIADA ESPECIAL)

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Con el Reino Unido en la puerta de salida y la amenaza de desintegración más real que nunca, la Unión Europea necesita un nuevo rumbo y el camino para encontrarlo pasa este viernes por la ciudad de Bratislava. En la capital eslovaca se reúnen los jefes de estado y de gobierno de la UE -todos salvo la británica Theresa May que no ha sido invitada- en una cumbre informal de la que no saldrán grandes decisiones pero que sí aspira a realizar un “diagnóstico realista” y diseñar una hoja de ruta que permita avanzar hacia club mucho más unido y fortalecido.

¿POR QUÉ SE CELEBRA EN BRATISLAVA?

Eslovaquia ocupa hasta diciembre la presidencia rotatoria de la Unión Europea que cada seis meses le corresponde a un Estado miembro. Tras la victoria del brexit, en el referéndum celebrado en Reino Unido del pasado 23 de junio, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, decidió aceptar la sugerencia del primer ministro eslovaco Robert Fico y convocar una cita al más alto nivel político fuera de Bruselas para que los 27 empezaran a reflexionar lejos de la capital de la burocracia europea sobre cómo enfocar un matrimonio sin los británicos a bordo.

¿CUÁL ES EL OBJETIVO?

Devolver la estabilidad y la esperanza a una Unión Europea golpeada y debilitada por numerosas crisis –migratoria, económica, terrorismo- y con una creciente falta de confianza de los ciudadanos. “Bratislava debería ser un punto de inflexión que muestre la determinación de los líderes europeos de no volver al caos del 2015 y reforzar la UE con acciones concretas”, sostiene un alto diplomático europeo del círculo de Tusk que aspira a concentrar la discusión en las áreas en las que es posible el acuerdo y no en los asuntos en los que hay división.

¿CÓMO SE PLANTEA LA REUNIÓN?

Habrá dos sesiones de trabajo y un almuerzo. La primera, por la mañana, estará dedicada a hacer un diagnóstico de la situación. Qué ha fallado y qué hay que mejorar. “Bratislava es el lugar para ser franco y honesto”, insiste un alto cargo sobre la actitud que esperan ver en los dirigentes europeos. “Si queremos afrontar la realidad no podemos escondernos detrás de palabras bonitas”, añade. El almuerzo, con un paseo en barco por el Danubio incluido, estará dedicado al brexit y al proceso de ratificación del acuerdo sobre cambio climático de París mientras que la segunda sesión de trabajo por la tarde estará orientada hacia el futuro y a diseñar la agenda que necesita la UE para salir del agujero en el que se han metido.

¿QUÉ PASA CON EL BREXIT?

El brexit fue el motivo por el que Tusk convocó esta cita antes del parón estival pero los 27 no se apean de lo que ya dijeron en junio. Es decir, que no habrá negociación con Reino Unido hasta que Londres no notifique la activación del artículo 50 del Tratado que pone en marcha el procedimiento de salida. El presidente del Consejo Europeo informará sobre sus conversaciones con Theresa May y transmitirá a sus colegas que “sería un error fatal”, tal y como decía en su misiva de invitación, asumir que el resultado del referéndum es una cuestión que solo atañe a Londres. “El euroescepticismo británico es un síntoma de la aberración política”, “un juego cínico de los populistas que explotan las frustaciones sociales” pero también muestra una preocupacións que comparten millones de europeos: la falta de control y el temor ante la inmigración, el terrorismo o la globalización. “Afrontar estas cuestiones debe ser prioridad en los próximos meses”, urgirá Tusk.

¿CUÁLES SOBRE LAS IDEAS PARA HACER FRENTE A LA EROSIÓN DE CONFIANZA?

La idea del presidente del Consejo Europeo es definir una agenda en torno a tres grandes bloques: inmigración y las fronteras exterioresseguridad interna y externa y economía. En materia de inmigración y control de las fronteras exteriores, la idea es reforzar el compromiso en torno a la reducción del número de inmigrantes que entran en la UE a través de de varias medidas: más ayuda a Bulgaria para controlar su frontera con Turquía –Bruselas propone enviar otros 200 agentes y 50 vehículos-, la puesta en marcha del nuevo servicio de guardacostas aprobado oficialmente esta semana y aumentar las repatriaciones. En materia de lucha contra el terrorismo y defensa, la idea central es mejorar los controles para saber quien entra y sale de la UE –incluidos los ciudadanos europeos- y endurecer la respuesta ante la radicalización con expulsiones y prohibiciones de entrada incluida. En el terreno económico la agenda incluye la extensión del plan de inversiones de Juncker, más apoyo contra el desempleo juvenil y abordar “las consecuencias inesperadas de la libre circulación de personas” defendiendo este principio.

¿SIGUE HABIENDO DIVISIONES ENTRE LOS 27?

Sí y muchas. Los países del este de Europa siguen demonizando el plan de reparto de refugiados ideado por Bruselas y Hungría ha convocado un referéndum para este próximo 2 de octubre con vistas a consultar la opinión de sus ciudadanos. Una actitud que le ha valido duros reproches del ministro de exteriores e interior luxemburgués, Jean Asselborn, que sugería esta semana la posibilidad de echar temporalmente al país de la UE por vulnerar los derechos fundamentales y los valores europeos. “Esta disputa es uno de los cánceres que tenemos que curar y eso solo puede hacerse de forma consensual”, asegura un diplomático europeo. La inmigración no es, sin embargo, el único foco de discordia entre los gobiernos europeos. La gestión económica o la renacionalización de competencias siguen generando encontronazos especialmente entre unos países del este muy críticos con el peso de Bruselas a la hora de diseñar y gestionar la agenda europea.

¿POR QUÉ NO SE ESPERAN DECISIONES?

Dado que se trata de una cumbre informal y además sin el Reino Unido en la mesa la Unión Europea no puede adoptar decisiones que tengan un carácter vinculante. Así que de la cumbre no saldrá ninguna declaración política aunque Tusk sí hará balance al término del encuentro el viernes por la tarde de los resultados en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro Fico.

¿CUÁL ES LA PRÓXIMA ETAPA?

La idea es que Bratislava sirva para relanzar el proceso y definir prioridades para situar el proyecto europeo de nuevo sobre raíles en marzo de 2017, coincidiendo con la cumbre de Roma en la que se celebrará el 60 aniversario de la fundación de la UE. Entre medias varios Consejos Europeos y una nueva cita a 27 en La Valleta (Malta) en enero o febrero del próximo año.