El terrorista de Niza tuvo cómplices y preparó el atentado con antelación

El carnet de identidad del terrorista.

El carnet de identidad del terrorista. / periodico

EVA CANTÓN/PARÍS

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La investigación sobre el atentado de Niza empieza a arrojar información sobre los movimientos del autor de la masacre que el pasado jueves se llevó por delante la vida de 84 personas en el Paseo de los Ingleses.  

El análisis del teléfono móvil de Mohamed Lahouaiej Bouhlel encontrado en la cabina del camión donde fue abatido por la policía ha revelado que envió un SMS a las 22.27 horas, es decir minutos antes de abalanzarse sobre la muchedumbre que presenciaba los fuegos artificiales.

Según la televisión BFM, el terrorista pedía a su interlocutor -un hombre que está detenido- que llevara “más armas”. Los expertos de la policía judicial examinan también otro mensaje del terrorista en el que aseguraba que ya tenía “material”, según el diario local ‘Nice Matin’. Todo ello da a entender que contó con la colaboración de cómplices.

Además, las imágenes grabadas por las cámaras de vídeo instaladas en el Paseo de los Ingleses han permitido comprobar la presencia de Lahouaiej Bouhlel en el lugar del atentado el 12 y 13 de julio a bordo del camión frigorífico que usó para perpetrar la matanza. El vehículo lo había reservado el 4 de julio en una empresa de alquiler de Saint Laurent du Var, localidad cercana a Niza, y fue a recogerlo el día 11 de julio.

En el complejo puzle que intentan reconstruir los investigadores aparece el dato de que la semana previa a la masacre vació su cuenta bancaria, vendió su coche y habló de su radicalización a personas de su entorno, según ‘ Le Journal du Dimanche’.

Un hermano del terrorista, Jaber, ha contado al ‘Daily Mail’ que había enviado recientemente a su familia de Túnez 240.000 dinares, unos 100.000 euros, aunque en los movimientos de su cuenta no aparece ninguna transferencia y, según medios franceses, no llegó a realizarla.

Mientras, ‘Nice Matin’ menciona una compra por internet por importe de 24 euros apuntada como ‘Islam’ que Lahouaiej Bouhlel hizo el 6 de julio. Un día después, el conductor de reparto tunecino, padre de tres hijos de uno, cuatro y seis años, pagó el seguro escolar de los menores.

Entre las incógnitas por desvelar están los motivos que llevaron a Lahouaiej Bouhlel, conocido solo por delitos comunes y sin vínculos con el yihadismo a cometer el ataque. Según el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, sufrió una rápida radicalización.

De momento permanecen detenidas siete personas del entorno del terrorista, entre ellas una pareja de albaneses. Su esposa, de la que se estaba divorciando, ha sido puesta en libertad.

RIESGO DE CONFRONTACIÓN

Por su parte, el primer ministro francés, Manuel Valls, ha acusado a la oposición de caer en una “deriva demagógica” al criticar la política antiterrorista del Gobierno y ha advertido de que lo que busca el Daesh (Estado Islámico) es precisamente la “confrontación” de la sociedad francesa, “la guerra civil”.

 “La respuesta al Estado Islámico no puede ser la 'trumpización', en referencia a Donald Trump. La lucha contra el terrorismo se tiene que hacer con las armas del Estado de derecho”, ha señalado en ‘Le Journal du Dimanche’. Valls aludía así a las tensiones que pueden avivarse en la región de Niza, donde los islamistas están bien implantados y el ultraderechista Frente Nacional es la segunda fuerza política.

El atentado ha tenido ya las primeras consecuencias en la opinión pública. Según un sondeo publicado por ‘Le Figaro’, el 67% de los franceses no confía en el Gobierno para hacer frente al terrorismo y el 81% es favorable a aumentar la seguridad, aun perdiendo libertades.

Un colaborador de François Hollande resumía así el dilema del país: “Hoy lo que está en juego es la democracia. ¿Qué democracia queremos?. ¿Trump?. Por supuesto que no. Esto es Francia”