May defiende en Escocia y ante Sturgeon la unidad del Reino Unido

May (izquierda) y Sturgeon se dan la mano en la puerta de Bute House, en Edimburgo, este viernes.

May (izquierda) y Sturgeon se dan la mano en la puerta de Bute House, en Edimburgo, este viernes. / periodico

BEGOÑA ARCE/LONDRES

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Menos de 48 horas después de convertirse en la primera ministra del Reino Unido, Theresa May ha viajado este viernes a Escocia. Una visita altamente simbólica, con la que ha querido dejar claro, lo que ya proclamó  en su discurso, minutos después de ponerse al frente del Gobierno: la unidad del país es para ella una prioridad.

En Edimburgo, May se ha reunido con Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia y líder del Partido Nacional Escocés (SNP). Un encuentro cordial en las formas, entre dos mujeres situadas en polos opuestos de la política y con una visión muy diferente sobre el futuro de los escoceses. Escocia votó mayoritariamente por la permanencia en la Unión Europea -62% frente al 38%- y tras el triunfo del 'brexit', Sturgeon ha amenazado con organizar un nuevo referéndum sobre la independencia, si los intereses de los escoceses no son tenidos en cuenta.

Al término de la reunión de 45 minutos, la primera ministra tory ha afirmado estar dispuesta a “escuchar todas las opciones que el Gobierno escocés pueda presentar”, sobre las negociaciones entre el Reino Unido y la UE. Un proceso en el que el equipo de Sturgeon estará “completamente involucrado”. “Quiero el mejor acuerdo posible para todo el Reino Unido”, señaló. En cuanto a una segunda consulta independentista, May ha respondido que “los escoceses ya se pronunciaron en el 2014 con un mensaje muy claro. Tanto el Gobierno británico, como el escocés deberán respetar ese voto”.

Sturgeon agradeció el compromiso de May de considerar “las opciones del Gobierno escocés”, que no fueron especificadas. La ministra principal confía en que el proceso que inicie el Ejecutivo británico, “sea abierto y flexible y que el Gobierno escocés esté completamente involucrado en él”. También ha subryado haber “dejado muy claro” a May “que los intereses de los escoceses deben ser preservados" y que quiere "examinar todas las posibilidades para conseguirlo”.

Una posición clave

La líder del SNP ha insistido en que la opción de un segundo referéndum de independencia "sigue sobre la mesa", en el caso de que "no sea posible proteger la relación de Escocia con la Unión Europea". La posición de Escocia podría retrasar las futuras negociaciones con la UE,  ya que la salida, según las leyes de la devolución de poderes, debe contar con la autorización de los parlamentos de Escocia, Gales e Irlanda del Norte. Así lo ratificó recientemente la Cámara de los Lores.   

Sturgeon viajó a Bruselas a finales de junio para reunirse con los presidentes de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y del Parlamento Europeo, Martin Schulz. Su objetivo fue tratar de obtener para Escocia una plaza en la mesa de las negociaciones del ‘brexit’. Pero ni Bruselas ni el Gobierno británico aceptarán acuerdos con la UE, al margen del resto del Reino Unido.

El nuevo ministro de Finanzas, Philip Hammond, ha asegurado ya que, no hay ninguna posibilidad, de que Escocia pueda mantener una relación diferente con la UE que la del resto país.  “Creo que el mejor futuro para Escocia es dentro de la economía del Reino Unido”, señaló. “Hagamos que la economía del Reino Unido funcione para todos”.  

El Artículo 50

May también envió un mensaje a los líderes europeos que urgen al Reino Unido para que inicie cuando antes el proceso de salida. “Ya he dicho que no voy a activar el Artículo 50, hasta que crea que tenemos un enfoque propio del Reino Unido y objetivos para las negociaciones. Considero que es importante el que fijemos eso, antes de activar el Artículo 50”.

El ministro británico encargado de las negociaciones para el ‘brexit’, David Davis, ha indicado  que planea activar el artículo "antes o a principios del próximo año". Davis explicó que su prioridad es negociar ahora tratados comerciales con países como Estados Unidos y China, para que estén en vigor cuando el Reino Unido salga de la UE.

Las diferencias existenciales y políticas entre May y Sturgeon no impidieron que posaran sonrientes, estrechándose la mano a la puerta de Bute House, la residencia oficial de la ministra principal. Hubo incluso un guiño, con mensaje feminista. “Políticas aparte, espero que las chicas de cualquier lugar, miren esta foto y se convenzan de que no hay nada inalcanzables para ellas”, comentó Sturgeon en Twitter.